Lo que no corresponde
Vivir sin patear una pelota no es vivir. Y no hay restricciones que puedan impedirlo… ¿o sí?
Vivir sin patear una pelota no es vivir. Y no hay restricciones que puedan impedirlo… ¿o sí?
El fútbol es una usina de momentos inesperados. Inclusive para el pibe condenado a calentar banco.
Un mundialito en la playa, de visitante y contra un brasilero sobrador. ¿Hay algo más importante que eso en la vida?
Cuando un vecino es insoportable, el fin justifica los medios.
Las ilusiones, los enojos y la emoción siempre están en juego, ya sea en la tribuna, en el colegio o en la sala de un hospital.
Los partidos difíciles se viven de una manera especial… y no hay nada más serio que un torneo de Fútbol 5.
¿Cuánto estamos dispuestos a poner en juego ante la tragedia de no poder juntar suficientes jugadores para un partido?
Un profesor particular y un alumno al que sus colores le juegan en contra. Todo se pone en juego en el aula… y en la cancha