Por József Bozsik (@Jozsef_Bozsik)
Traducido y editado por Emiliano Rossenblum (@EmiRossen)
“La mayoría de la gente cree que la zona es sólo defensiva, pero eso no es correcto: también existe el ataque por zona. Cuando tus atacantes están lejos del balón, esperando que llegue después de una serie de jugadas y acciones, se trata de un ataque de zona. Lo llamamos ataque posicional, pero en realidad es un ataque de zona.”
Pep Guardiola1
“Jugamos al fútbol como nos enseñó Jimmy Hogan”
Gusztáv Sebes2
“Todo equipo mío empieza con el rombo, pero sí es verdad que luego se convierte en un 3–4–3 en ataque porque un lateral se incorpora arriba y que se puede convertir en un 4–2–2–2 en ataque, pero no en defensa. Por ejemplo, yo en el Palmeiras jugaba con Rivaldo, Amaral, Flavio y Djalminha, y con Muller y Luisao en ataque. Pero, ¿qué pasaba? Rivaldo tenía libertad para ir al ataque, uno de los laterales subía al medio y al final el dibujo táctico era un 3–4–3, aunque claro que también en aquel dibujo se reflejaba ese 4–2–2–2”
Vanderlei Luxemburgo3
En cualquier juego, el artefacto (en el fútbol, la pelota) media en la disputa entre dos o más personas o dos o más grupos y se sitúa entre el espacio y el tiempo. Me explico. El historiador Johan Huizinga en “Homo Ludens: el juego como elemento de cultura” afirma que la idea de juego se acerca a lo sagrado y a la guerra4.
Todo juego se desarrolla dentro de un espacio predeterminado, con sus reglas creadas y tácitas, y un tiempo tanto objetivo como subjetivo (objetivo en cuanto a duración, subjetivo en cuanto a la consciencia del individuo de su acción).
Agostinho decía que el tiempo era percepción psicológica. El tiempo es una percepción de la consciencia individual sobre lo que ha sucedido (experiencia) y lo que sucederá (expectativa). En un campo, en un espacio cerrado, el individuo es pura consciencia temporal de lo que fue y de lo que debe ser.
A través de estos elementos, Huizinga (citando a Frobenius) dice que, cuando un ser humano juega, representa el orden de la naturaleza impreso en su consciencia5. Primero, los hombres leyeron los movimientos de la naturaleza y los transformaron en dioses; más tarde, fueron tomando consciencia del espacio y el tiempo.
El juego es separación, movimiento, sucesión y asociación. Estos cuatro elementos son similares a las ceremonias religiosas: entre separarse de algo y reconectarse. El juego repite las reglas de los rituales, por ello Huizinga dice que el impulso humano de jugar está en el origen de toda experiencia humana6. En la guerra también jugamos dentro de un espacio y un tiempo. El juego es rito y guerra. El juego es el drama humano en nuestros rostros.
Es en este contexto que se inserta la pelota. Entre el espacio y el tiempo, el recorrido y el individuo, la determinación objetiva y la consciencia del sujeto. ¿Qué buscamos cuando jugamos? La victoria. Puede traducirse como gloria, dinero, poder, arte, etc. Todo convive cuando jugamos.
En la guerra y en los ritos, toda forma de organización comienza con una separación y luego una reconexión entre el espacio, el tiempo y el individuo. En una guerra, el estratega necesita dominar el espacio para triunfar y debe hacer todo en el momento adecuado. No sólo lucha con máquinas o artefactos, sino con hombres vivos, de carne y hueso, que sueñan y sienten miedo.
Tengo una hipótesis que espero demostrar en este texto: toda organización en el fútbol se da igualmente en la combinación de esos tres elementos, la pelota, el espacio y el individuo (consciencia temporal, tiempo subjetivo).
Primero necesito aclarar algo. Estas organizaciones defensivas y ofensivas no son estáticas. Son tipos-ideales, definidas conceptualmente en función de la dirección en la que parten. En la práctica se combinan y mezclan sin disolver la identidad del concepto.
Pongo a Max Weber como ejemplo. Le gustaba utilizar tipos-ideales para resaltar, dar parámetros a un determinado comportamiento. Weber dijo, por ejemplo, que había tres tipos de legitimidad del poder: a) racional-legal (reglas, estatutos, leyes), b) tradicional (tradiciones) y c) carismática (dones de una persona).
¿Significa esto que en el poder racional-jurídico no había carisma ni costumbre? ¿Un juez no fortalecería sus decisiones si estuviera más respaldado por la costumbre o el carisma personal? Claramente. Son tipos ideales para comprender un fenómeno de la sociedad, que se destaca en la forma en que se organiza, y no en su conjunto. Las organizaciones deportivas son como tipos ideales.
Dos (o más) maneras de defender
En una edición de “Bem, Amigos” (programa que conducía Galvão Bueno para Globo), Roger Machado definió las organizaciones defensivas de la siguiente manera o similar a ésta: la marcación por zona parte del espacio hacia el individuo, pasando por la pelota; la marcación individual parte del individuo hacia el espacio, pasando por la pelota.
Me parece una definición adecuada, pero haría un pequeño cambio. El sentido principal del marcaje individual no es exactamente el jugador marcado, sino su referencia sobre la pelota. Es decir, reducir el espacio de cualquier hombre y presionar al portador de la pelota. Entonces yo diría que el marcaje individual comienza desde la pelota hacia el espacio, pasando por el individuo.
Por tanto, existen dos formas “ideales” de organizar un equipo: por los espacios o por la pelota. En el marcaje zonal, los jugadores defienden su espacio predeterminado. Preocupado por cortar líneas de pase, interceptar, etc. La primera referencia es el espacio y la creencia de que dominarlo y racionalizarlo conducirá a un mejor control del hombre y del hombre con la pelota.
En el marcaje individual, los jugadores toman un jugador específico, y puede haber un cambio de hombres dependiendo de la jugada. Se parte de un individuo, pero la gran referencia es la pelota, ya que pretende recortar el espacio del jugador respecto a ella.
En la cultura del fútbol holandés siempre ha sido muy común el marcaje individual y, influenciado por él, la cuestión de la presión. Se trata de una acción colectiva, pero tiene como objetivo acortar el tiempo de cada jugador para realizar una acción, un gesto técnico. El objetivo es ser agresivo controlando zonas del campo.
En cualquier caso, estas dos formas de defender son tipos ideales. Hay varias formas de defender que combinan las dos fórmulas. En el marcaje individual, existen determinaciones para persecuciones largas o más cortas, que pueden tener conceptos espaciales como «perseguir sólo después de pasar la línea del medio campo».
En el marcaje de zona se puede encontrar el encaje por sector, el encaje por jugador, la “zona de presión”, la zona que ataca la salida desde abajo del oponente con marcaje individual, etc. Un equipo puede utilizar referencias de otro tipo de marcaje sin perder su referencia zonal o individual. Cada vez más, vemos equipos que marcan con flexibilidad por zona, con algunos ajustes para presionar siempre al portador de la pelota.
Lo mismo ocurre con la organización ofensiva. Sin embargo, como el fútbol siempre ha sido muy anárquico y recién ahora empezamos a tener literatura más específica y una ciencia auxiliar, no hay muchas referencias sobre organizaciones ofensivas. Mi hipótesis es que la organización ofensiva no escapa a la ontología del fútbol. Por lo general, un equipo se organiza a través del espacio o mediante la pelota.
Este artículo es la primera parte de la serie titulada «La pelota, el individuo y el espacio». Podés consultar el resto de ella en los links de abajo.
- ¿Defensa posicional o zonal?
- Simetría y asimetría
- ¿Ataque posicional o funcional?
Referencias
1PERARNAU, Marti. Pep Guardiola: a evolução. São Paulo: Ed. Grande Área, 2017. (p.389)
2WILSON, Jonathan. A Pirâmide Invertida. São Paulo: Ed. Grande Área, 2016. (p.46)
3https://as.com/futbol/2005/09/07/mas_futbol/1126074417_850215.html
4HUIZINGA, Johan. Homo Ludens: o jogo como elemento de cultura. São Paulo: Perspectiva, 2017. (p.33)
5HUIZINGA, Johan. Homo Ludens: o jogo como elemento de cultura. São Paulo: Perspectiva, 2017. (p.15)
6HUIZINGA, Johan. Homo Ludens: o jogo como elemento de cultura. São Paulo: Perspectiva, 2017. (p.12)
La versión extendida de este artículo fue publicada originalmente el 10 de febrero de 2019 en https://medium.com/@Jozsef_Bozsik/a-bola-o-indiv%C3%ADduo-e-o-espa%C3%A7o-defesa-por-zona-e-individual-ataque-por-zona-posicional-e-536e9809992c#_ftnref1