Por József Bozsik (@Jozsef_Bozsik)
Traducido y editado por Emiliano Rossenblum (@EmiRossen)
En una de sus clásicas explicaciones, Xavi mostró cuál sería el “tercer hombre” y por qué sería indefendible. Usaré su ejemplo. Piqué sale con la pelota, conduce, atrae un marcador, y Xavi está cerca de él pero marcado.
Messi se ofrece como apoyo libre al defensor. Piqué es el primer hombre, Messi se convierte en el segundo y llama la atención del defensa de Xavi. Luego, Messi puede intentar un pase directo a Xavi o retroceder para que Piqué se la pase a Xavi, que queda libre y detrás de la línea de marcación del que se adelantó para defender a Messi.
La idea de un tercer hombre como “hombre libre” se basa en el siguiente principio: utilizando al arquero desde que se sale jugando, hay once jugadores contra diez defensores. Un hombre siempre estará libre mientras el equipo sepa dirigir y atraer desde que se tiene la pelota.
En el caso ejemplificado por Xavi, la jugada se reinicia cuando recibe. Xavi pasa a ser el nuevo primer hombre para que la idea vuelva a reproducirse. Así, el equipo avanza en la cancha con ventajas y desequilibra al rival tras trabajar los espacios.
En este sentido, la función del primer hombre es conservar o atraer. Sería el intérprete de la jugada. El segundo hombre es un trabajador, pues participa como figura pasiva entre el primero y el tercero. Y el tercer hombre es el agresor, el que debe desplazarse detrás de la línea defensiva para recibir la pelota con ventaja. Como decía Van Gaal, cuando el primero pasa al segundo, el tercero ya debe estar moviéndose para su desmarque.
A ese tercer hombre se puede llegar también a través de un pase vertical al lateral o incluso en un pase largo al delantero, rompiendo la última línea defensiva. Cruyff siempre decía: pase corto, pero mirar siempre a Romário por si está en condiciones de ganarle a su marca.
En el Bayern, Guardiola necesitaba acelerar la rotación del intercambio de pases y ser más vertical, por lo que el equipo alemán buscó en los dos extremos al tercer hombre la mayor parte del tiempo. Douglas Costa y Coman, por ejemplo, estaban abiertos y profundos para recibir detrás de las líneas defensivas un pase largo y encarar uno contra uno ante su marca. La superioridad aquí es cualitativa, la del regate a gran velocidad.
En definitiva, la búsqueda del tercer hombre es el deseo de encontrar superioridades detrás de la línea defensiva que presiona al portador de la pelota, creando ventajas a partir de allí cuando se encuentra al hombre libre.
El tercer hombre también evita el contraataque porque la posesión siempre es para el jugador desmarcado, libre de riesgos. Otra vez hay que parafrasear a Cruyff: hay que mirar al jugador más adelantado, porque jugar en profundidad resulta en menos posibilidades de contraataque.
Con estas características (hombres alejados de la pelota y bien posicionados, jugar a partir de las posiciones para crear superioridades y encontrar al hombre libre), ya tenemos definido el juego de posición. Un equipo que practica juego posicional es aquel que siempre busca estas tres cosas.
La amplitud, la profundidad, la presión alta y salir jugando con el arquero son elementos accesorios que otros sistemas ofensivos pueden lograr sin practicar el juego posicional. Con el tiempo se elaboró una metodología de entrenamiento para el juego de posición a través de diferentes tipos de “rondos” (“Loco” en Argentina) y ejercicios técnicos y tácticos para ejecutarlo de la mejor manera.
En 2013, Guardiola dijo que solo él, Paco Jémez y Laudrup en Swansea jugaban posicionalmente. Hoy podemos decir que entrenadores como Sarri y Quique Setién también lo hacen.
Algunos son más heterodoxos, como veremos con Guardiola, y otros son más ortodoxos, como lo fue Van Gaal. Pero lleva tiempo aumentando la cantidad de entrenadores que se adjudican la práctica y la prédica de este estilo.
Este artículo es la sexta parte de la serie titulada «Entre la pelota y el hombre está el espacio y el tiempo». Podés consultar el resto de ella en los links de abajo.
- Introducción
- La tradición inglesa
- Holanda y su cultura
- Esperar en las posiciones
- El juego de posición cruyffista
- Encontrar el hombre libre
- Interactuar para dominar
- Jogo Bonito y La Nuestra
Este artículo fue publicado originalmente en portugués el 27 de abril de 2018: https://medium.com/@Jozsef_Bozsik/entre-a-bola-e-o-homem-h%C3%A1-o-espa%C3%A7o-e-o-tempo-ataque-posicional-jogo-de-posi%C3%A7%C3%A3o-e-ataque-89fd98088355