Una de cal y una de arena, Buenos Aires 1978

Recordamos uno de las grandes competiciones disputadas en nuestro país, sin la presencia de varios grandes pero con emociones al por mayor.

Por Federico Madeo (@federicomadeo_chess)

La 23º Olimpiada de Ajedrez se realizó del 25 de octubre al 12 de noviembre en el club River Plate1. Argentina no tenía muchas chances de ganar esta Olimpíada porque los Grandes Maestros (GM) Miguel Ángel Quinteros, Miguel Najdorf, Oscar Panno y Raúl Sanguinetti entraron en conflicto con la Federación Argentina de Ajedrez.

Aún así se dio una particularidad: como se anotaron 65 equipos, la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) le permitió a la Argentina presentar un equipo juvenil para llegar a un número par. El equipo argentino A estaba formado por Emma, Hase, Campora y Szmetan, mientras que el equipo B (juvenil) por Giardelli, Seidler, Barbero y Braga.

La URSS, gran potencia a nivel mundial, podría decirse que subestimó la contienda: Anatoli Karpov (Campeón del Mundo) no participó alegando cansancio por el match por el título que poco antes defendió con éxito ante Vicktor Korchonoi. Karpov vino a la Argentina, pero no participo de la Olimpíada.

Esto le sacó fuerza al equipo soviético, que a pesar de contar con Spassky, Petrosian, Polugaevsky y Gulko resultó segundos por un punto. Fueron los húngaros quienes lograron la hazaña de superarlos con Lajos Portisch como primer tablero, acompañado por Czom, Ribli y Sax. El 3° puesto se lo adjudicó el equipo de EEUU, que extrañó mucho al gran Bobby Fischer (se había auto retirado).

Sobraron los batacazos (en el debut de China dentro de estos eventos, Li Wen Chen derrotó en solo 20 jugadas al neerlandés Donner), pero también las anécdotas: el peruano Carlos Vasquez, maestro nacional (MN), cuenta que en su match con el argentino Juan Carlos Hase (1ª norma de MI) el calor era insoportable y tuvo que jugar la partida con la camisa desabrochada. Pese a transpirar un poco menos que su rival, perdió la partida.

En el evento se había armado una sala de análisis de las partidas donde solo podían participar los competidores. Sin embargo, los aficionados argentinos lograban entrar a la sala frecuentemente hasta que en una oportunidad el inglés Reymond Keene se puso nervioso, pidió silencio y llamo “estúpidos” a los que se encontraban observando a sus ídolos. Al día siguiente la escena se repitió y solo la galantería de un caballero como Boris Spassky logró evitar un conflicto.

Tablero firmado por participantes y visitantes ilustres del torneo. Entre ellos, Hubner, Quinteros, Szmetan, Najdorf o Panno. Gentileza Gustavo Migliani (GEBA).

Por supuesto que tampoco se puede pasar por alto el hecho de que este evento ocurriera en plena dictadura cívico militar, y a menos de 10 cuadras de un centro clandestino de detención y exterminio como fue la Escuela Superior de la Armada (hoy Espacio Memoria). En tiempos complejos como los que hoy vivimos, decimos tan fuerte como siempre NUNCA MÁS.

Para más información revisá el canal de Youtube del autor (que además de ajedrecista es periodista y árbitro regional en dicho deporte), donde habla de este y muchos otros torneos:  https://www.youtube.com/@federicomadeo.

Referencias

1 https://youtu.be/-gaZFJ-NqTQ?si=g24jE93x-RcjOz1I

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