Bobby Fischer: La Guerra Fría en el tablero

La historia de uno de los ajedrecistas más geniales de todos los tiempos.

Por Federico Madeo (@federicomadeo_chess)

Bobby Fischer nació en Chicago el 9 de marzo de 1943. Tuvo una infancia difícil; la ausencia de su padre le marcó el carácter y lo obligó a vivir junto a su madre y su hermana. Desde que la diosa Caissa lo adoptó, vivió pensando 24 horas al día en el juego ciencia.

Tanto fue su amor por este noble deporte que le hizo aprender ruso para poder leer todo el material que le importaba y enfrentar a la Escuela Soviética. En 1970, fue 2° tablero del Resto del Mundo vs la URSS y barrió en ese match a Petrosian 3 a 1.

Después de ganar las últimas 6 partidas del Torneo Interzonal de Palma de Mallorca, durante el Torneo de Candidatos pasó por arriba a Taimanov (6 a 0) y Larsen (6 a 0). Esa edición de la competición se jugó en Buenos Aires, y el gobierno del ex presidente de facto Lanusse logró que Fischer y el ya mencionado Tigran Petrosian disputaran en el Teatro Gral. San Martin la final.

Fue victoria de Fischer 6.5 a 2.5, lo que le permitió tener vía libre para desafiar al vigente Campeón el Mundo Boris Spassky. Se dice que luego de esta victoria, Fischer, enamorado de Argentina, estuvo en tratativas con el gobierno argentino pidiendo un departamento, un auto y 1000 dólares por mes para jugar en nuestro país, pero no pudo ser.

Una vez que Fischer logra su sueño y único objetivo de su vida (derrotar a Spassky y llegar a la cima del mundo ajedrecístico) decidió alejarse progresivamente de los tableros. Aún así en 1975 la FIDE en representación de Max Euwe, su presidente, negociaron cómo serían las condiciones de la defensa del título de Bobby Fischer contra Anatoly Karpov, quien había derrotado a Kortchnoi en la Final del Torneo de Candidatos de 1974. 

Así le ganó a Boris Spassky: https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1044366

Otra partida memorable, vs. Donald Byrne en 1956: https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1008361

Fischer quiso jugar y defender su título en el tablero pero múltiples diferencias hicieron que ese gran match no vea la luz. Terminaron siendo dos décadas sin jugar para él (siempre con declaraciones fuertes a Karpov y Kasparov) hasta que en 1992 “defiende su título” contra su amigo Boris Spassky en Yugoslavia. Esa revancha la gana 17.5 a 12.5.

El gobierno norteamericano no actuó bien con este genio y en un momento de su vida estuvo en prisión. Es ahí, que su amigo Spassky le envió una carta al presidente de EEUU G. W. Bush, defendiendo a su amigo y pidiendo por su libertad.

“Sr Presidente:

En 1972 Bobby se convirtió en héroe nacional. Me vapuleó en la partida de Reikiavik. La hegemonía soviética en ajedrez colapsó. Un hombre contra todo un ejército. […] En 1992, veinte años después de Reikiavik, hubo un milagro. Bobby resucitó y jugamos una partida en Yugoslavia. Pero en aquel entonces había sanciones contra Yugoslavia; se prohibía a los ciudadanos estadounidenses cualquier clase de actividad en el territorio de ese país. Bobby violó las instrucciones del Departamento de Estado. Fue objeto de un pedido de arresto expedido el 15 de diciembre de 1992 por la Corte de Distrito de los EE UU. En cuanto a mí, como ciudadano francés desde 1978, no recibí ninguna sanción de mi gobierno. Desde el 13 de julio de 2004, Bobby ha estado detenido en el aeropuerto de Narita por infracciones inmigratorias. […] Bobby es de una personalidad trágica. Lo comprendí en aquel entonces. Es un hombre honesto y de buena naturaleza. Absolutamente no social. No es adaptable a los estándares de vida de todo el mundo. Tiene un sentido de la justicia muy alto y no está dispuesto a aceptar compromisos ni con su propia conciencia ni con la gente de su alrededor. Es una persona que hace casi todo contra sí mismo. No me gustaría defender ni justificar a Bobby Fischer. Él es quien es. Solamente pido una cosa. Y es merced, caridad. Si por alguna razón eso es imposible, me gustaría solicitarle a Ud. lo siguiente: Por favor corrija el error del presidente François Mitterrand en 1992. Bobby y yo cometimos el mismo crimen. Aplique sanciones también contra mí. Arrésteme. Y póngame en la misma celda de Bobby Fischer. Y proporciónenos un tablero de ajedrez.

Borís Spasski, 10º Campeón del mundo de ajedrez (7 de agosto de 2004)

Tal como dice Spassky, se conocieron en Mar del Plata durante 1960, cuando el astro soviético le hizo morder el polvo de la derrota con un “Gambito de Rey”. Los dos terminaron con 13.5 de 15 en “La Feliz”. Ese mismo año le fue mal en Buenos Aires al gran Bobby ganando solo 3 partidas, perdiendo 5 y empatando 11.

Finalmente a sus 64 años se le terminó el tablero de la vida y dejó este mundo, pero sus partidas se estudiarán por siempre.

Bibliografía

https://youtube.com/@federicomadeo?si=y7WhlIbNQHli3GCj

Historias de Ajedrez N° 10 y 11: Bobby Fischer

Historias de Ajedrez N° 23: Entrevista al GM Miguel Ángel Quinteros

Historias de Ajedrez N° 36: Entrevista al MF y periodista Leontxo García Olasagasti

Historias de Ajedrez N°42: Entrevista al MI Daniel Contin

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