Por Julián Rodríguez Clingo (@julianclingo)
Argentina y Holanda, o, como quieren que les llamen ahora, Países Bajos, se han convertido con el correr de los años en un clásico mundialista. Es que se van alternando en décadas. Primero en la del 70 donde se enfrentaron dos veces. La primera fue en el Mundial 1974. Argentina llegaba a Alemania Federal con jugadorazos como Roberto Perfumo, un joven Mario Kempes, René Houseman y muchos más. La selección volvía a jugar un Mundial tras la eliminación en la Bombonera contra Perú en las Eliminatorias para 1970. Tras pasar la fase de grupos, en la segunda ronda, el primer partido fue contra ellos, los de naranja. El 26 de junio. Exactamente un mes antes se habían enfrentado y los europeos ganaron por 4 a 1 en su país. Fue algo sorpresivo ya que Holanda llegaba sin tener pena, gloria ni tradición en el fútbol. Pero ese año marcarían un estilo de juego encabezados por su capitán Johan Cruyff y su técnico Rinus Michels, que revolucionaría este deporte mundial, tanto que después de 50 años se sigue recordando.
Cruyff hacía el primer gol tras amagar al arquero Daniel Carnevali. Golazo. Ruud Krol ponía, desde afuera, con un sablazo, el 2 a 0. Jhonny Rep y Cruyff cerraron una goleada dolorosa. Luego, la Selección quedaría afuera y Holanda perdería una final histórica contra la Alemania local.
Cuatro años después habría revancha para los, en este caso, dirigidos por César Luis Menotti. En un país viciado de injusticias, violencia y desaparecidos, la Selección llegaba a una final del mundo tras 58 años. Y era contra los naranjas. Esta vez sin Cruyff, quien aunque algunos dicen que no vino por la Dictadura Militar, lo cierto es que había sufrido un intento de secuestro en su casa y no estaba capacitado para afrontar el Mundial. Pese a esto, los europeos volvieron a repetir lo hecho 4 años atrás.
El partido empezaba en el Monumental. A diez minutos de terminar el primer tiempo y tras una corajeada de Osvaldo Ardiles, éste se la dió a Jacinto Luque quien combinó con Mario Alberto Kempes que se llevó a todos puestos en el área para terminar gritando el gol. Jose María Muñoz, uno de los voceros de la dictadura y relator del partido, se llenaba la boca de gol: “Mario Kempes, con pelota y todo”. Aún con Ubaldo Matildo Fillol que se hacía enorme con sus atajadas, Holanda llegó al empate faltando 10 minutos para que todo termine con un gol de cabeza de Dick Naninga. Encima, los europeos tuvieron el triunfo en la última, pero la pelota dio en el palo. Fueron al alargue. Y ahí otra vez Kempes tras una apilada, y un rebote que dio el arquero, puso el 2 a 1. Encima, Bertoni, tras una hermosa pisadita, ponía el 3 a 1, y con ese grito, también estaba acompañando la palabra campeón.
Volverían a enfrentarse a finales de la década del 90 en el Mundial de Francia 1998. Otra vez en rondas definitivas, en este caso, cuartos de final. La selección, comandada por Daniel Alberto Passarella, había eliminado en octavos y por penales a Inglaterra, mientras que Holanda, con jugadorazos del estilo de Dennis Bergkamp, Patrick Kluivert y los hermanos Ronald y Frank De Boer, habían eliminado agónicamente a Yugoslavia. Los naranjas empezaban ganando con un golazo de Kluivert, tras una combinación exquisita donde el 9 definió más exquisito aún. Pero los argentinos no eran menos e iban por el empate. Juan Sebastián Verón, tan injustamente bastardeado, ponía un pase entre líneas que lo dejaba solo a Claudio Piojo López y, tras un amague, le tiraba un caño a Edwin Van Der Sar para poner el 1 a 1, merecido. Y el Piojo se lo dedicaba a su viejo. Gabriel Batistuta lo tuvo con uno de sus característicos fierrazos pero la pelota pegó en el palo. Ariel Ortega, quien estaba jugando un tremendo Mundial (buscar sino el primer tiempo contra Inglaterra) y estaba jugando un buen segundo tiempo, es amonestado por simular un penal y expulsado por un cabezazo a Van Der Sar. Una lástima. Algún caradura que debería estar preso lo tildó de irresponsable. En fin, tras un pelotazo largo y en la última, Bergkamp hizo lo que quiso con Ayala y metió uno de los goles más lindos de los mundiales. Luego los europeos perderían en semis contra la Brasil de Ronaldo y compañía.
En 2006, ya en un nuevo siglo, se enfrentarían por primera vez en fase de grupos. Fue por la tercera fecha y ambos equipos estaban clasificados. En Argentina, dirigida por Pekerman, debutaba de titular en un Mundial Lionel Messi, mientras que en Holanda era el primero de cracks como Arjen Robben, Wesley Sneijder o Robin Van Persie. Aunque parezca un chiste, lo mejor del partido fue el saludo entre Diego Maradona y Michel Platini, quienes se encontraron en las tribunas. Juan Román Riquelme, el único que usó la 10 de la selección aún con Messi en cancha, quiso sorprender a Van Der Sar con un gol olímpico, pero Pinocho se avivó. Maxi Rodríguez casi hace un golazo con una bomba desde afuera. 0 a 0 y los de Pekerman punteros por la goleada 6 a 0 a Serbia y Montenegro. Después, quedaría afuera por penales con Alemania en cuartos mientras que Holanda con Portugal en octavos.
El último y más fresquito recuerdo es el de 2014. Argentina, de la mano de Alejandro Sabella lograba traspasar el Rubicón contra Bélgica con gol de Gonzalo Higuaín, y jugaba frente a una de las candidatas. Robben y Van Persie ya eran figuras mundiales que habían goleado 5 a 1 a España y vencido a Costa Rica por penales para avanzar por segundo Mundial consecutivo a semis. Un partido cerradísimo donde la frescura de Enzo Pérez sorprendió a propios y extraños. En los penales Mascherano, el gran referente de ese Mundial, agrandó a Sergio Romero que le regaló a los argentinos una de las más lindas imágenes de Lionel Messi con la Selección Argentina. En la final, un doloroso gol contra Alemania de ese rubio maldito. ¿Los holandeses? Golearon a una Brasil local y golpeadísima por el 7 a 1 en contra.
Lo cierto, es que, pese al parejo historial, Argentina no pudo vencer en los 90 minutos a Holanda en Mundiales. ¿Se dará en un rato?