Argentina, tierra santa… y campeona del mundo

La Selección vuelve a jugar un partido en el país y tratamos de dimensionar la importancia del acontecimiento.

Por Pablo Molina (@molina_papo)

El 18 de diciembre de 2022 fue un punto de inflexión para el corazón de los 45 millones de argentinos que sufrieron y luego disfrutaron la victoria albiceleste en Qatar. Lionel Messi logró su sueño, el sueño de todos.

Luego de un emocionante empate 3 a 3, Emiliano Martínez con la magia en sus guantes sumado a una gran ejecución de los guerreros argentinos desde los 12 pasos, la tierra de Mario Alberto Kempes y Diego Maradona volvió a ser la tierra santa se volvió a convertir en el suelo campeón del mundo por tercera vez en su historia.

Un grupo de 26 hombres representaron a un país entero, que mediante el paso de los días más se ilusionaban.  No había un solo niño desde la Patagonia hasta el norte argentino sin su remera y su promesa si Lionel Messi se coronara el 18 de diciembre campeón del mundo en el Estadio Lusail de Qatar.

Este país sabe muy bien lo que es estar en las malas, los dirigidos por Scaloni se encargaron durante noviembre y diciembre de que el pueblo no piense en cosas como su malestar económico. El fútbol obligó que el deseo de ver a Leo campeón del mundo sea más fuerte que todo. Por eso es interesante recordar que las tres estrellas fueron obtenidas en situaciones sociales, económicas y culturales muy diferentes.

El primer campeonato mundial en el año 1978 de la mano del gran César Luis Menotti fue obtenido  durante una las etapas más crueles, sangrientes, peligrosas y fuertes de la historia de nuestro país. La dictadura cívico militar fue gobernante de nuestro país desde el año 1976 hasta el 1983.

Un gobierno criminal y asesino intentó solventar su pésima imagen con la organización de la Copa del Mundo. Esta fue una de las etapas más oscuras de la historia de nuestro país. En el Estadio Monumental Pasarella levantó la Copa pero solamente a 1300 metros se ubicaba la Esma (Escuela Mecánica de la Armada) uno de los centros clandestinos de detención más grandes del país. Allí miles de argentinos eran torturados y asesinados.

En 1986  nuestro país volvió a gritar campeón mundial. La segunda obtención fue en una situación totalmente diferente, ya éramos un país que disfrutaba de la democracia, todas las voces pudieron salir a la calle y festejar el título. Diego Armando Maradona se encargó de hacer los dos mejores goles de todos los tiempos ante Inglaterra, inmortalizándose para el resto de la historia. Sus dos goles los festejó con los chicos que habían perdido la vida 4 años antes en la guerra de las Malvinas.

Todo el mundo futbolero tenía presente que este mundial iba ser el último cartucho de Lionel Messi para intentar conseguir la Copa. Miles de argentinos decidieron renunciar a su trabajo, vender todo, endeudarse hasta no saber cuándo por el placer de ver a Leo acompañado de toda la Scaloneta para pelear y dejarse la vida por la tan deseada.

El primer partido de fase de grupos ante Arabia sorprendió a muchos, las horas antes al partido de México fueron de nerviosismo, las rondas de mates, las comidas estaban acompañadas de charlas sobre si Argentina podrá ganar, si el último mundial de Messi se acabaría en fase de grupos. Los jóvenes fanáticos y los no tan jóvenes no pudieron dormir las noches anteriores a la final anticipada frente a México.

Argentina ganó, volvió a sonreír y todo el mundo salió a festejar a las calles que la Scaloneta estaba más viva que nunca y que pase lo que pase, este plantel iba a correr, meter y dejar la vida para que se consiga el gran objetivo.

Goles épicos y atajadas en los últimos minutos le dieron un condimento muy especial a la conquista. Luego de la consagración los 26 héroes viajaron directamente al país y se encontraron con 5 millones de argentinos que dejaron la vida con tal de verlos o tenerlos cerca.

El próximo 23 de marzo Argentina se medirá frente a Panamá en el mítico Estadio Monumental, y habrá más de 80 mil almas que a partir de ahora podrán presumir que vieron a Lionel Messi levantar la Copa del Mundo en vivo y en directo en la tierra campeona. La argentina. La tierra nuestra.

Foto: Pablo Priesti – La Nueva

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