Fútbol, libertad y vocación: Parte 2

Dirigir un equipo es un ejercicio de artesano antes que futbolístico; un acto de amor más que de aplicar fórmulas. Segunda parte.

Por Davi Rigamonte (@davirigamonte2)

Lo particular

Fútbol brasileño y ataque funcional

La restricción

Pautas

Conclusión



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *