Por Mauricio Filocco (@maurifilocco)

Marco Gastón Ruben llegó a la Primera de Rosario Central en los albores de la última buena etapa de Don Ángel Tulio Zof al mando de los canallas. En amistosos de pretemporada llegó a disputar minutos bajo el mando de una leyenda en juveniles de Uruguay, el poco afortunado y maltratado Víctor Púa. El DT uruguayo se enfrentó el futuro campeón Newell’s de Américo Rubén Gallego en la 2da fecha y con la derrota salió eyectado del banco.
Rápidamente, junto a su ladero Ariel Cuffaro Russo, el Ángel canalla tomó las riendas de un club que venía con una buena Libertadores 2004 con Russo, pero que podía complicarse con los promedios si no se recuperaba de terminar al fondo de la tabla en el Clausura. El Apertura ’04 fue el puntapié para una campaña aceptable de algunos juveniles de inferiores como el ahora histórico ex jugador auriazul.
Ruben tenía por delante al casildense “Tito” Villa y a la apuesta principal para el ataque, el vistoso Pablo Vitti. Deambulaba la Primera también el extremo “Puflo” Alemanno. Marco se hizo un lugar con 18 años en el plantel y fue sumando minutos y goles, como uno a Racing en el Cilindro de Avellaneda.
De la mano de la dupla técnica, que tuvo su gran triunfo en el clásico de Sudamericana 2005 frente a Newell’s, se fue haciendo un espacio hasta que explotó en 2006 con Gorosito como DT, tras el frustrado paso de Astrada que había levantado al equipo en medio de Libertadores y Clausura ’06.
“Pipo” tuvo la suerte de contar con los refuerzos que iba a disfrutar el “Jefe”, el costarricense Paulo “La Cobra” Wanchope y el regreso de Cristian “Kily” González. Un ataque que llegó a contar con las subidas, desbordes y centros de “Chacho” Coudet desde la derecha y del “Kily” desde la izquierda, con el talentoso enganche ex River Darío Conca como uno de los revulsivos.
Si bien tal vez los dos eran nueves, Marco aceptó jugar con el “Tico” y seguramente aprendió del atacante que había sido compañero del ex defensor rosarino “Petaco” Carbonari en Derby County y que también había cumplido en West Ham. De la Costa Rica que había enfrentado al local Alemania en el Mundial, “La Cobra” llegó a Rosario generando expectativa.
Marco fue por momentos segunda punta y por otros la referencia de ataque de un equipo que llegó a ganarle al futuro campeón Estudiantes en La Plata y con tanto de Wanchope. Sin embargo, esa campaña fue menor a la esperada y al potencial que tenía el plantel. Por errores del cuerpo técnico e irregularidad de algunos jugadores no peleó más arriba. Al final de ese mismo semestre se fueron varios referentes: el costarricense y a River el arquero Juan Marcelo Ojeda, el lateral “Kity” Villagra y justamente Ruben.
Periplo por el mundo y segunda etapa
Así se cerró la primera etapa en el Gigante de Arroyito para el centrodelantero. Emigrando al “Millonario” con otros dos compañeros, además lo esperaba su anterior capitán canalla Paulo Ferrari.
Su trayectoria en River lo catapultó al fútbol español, al Villarreal. Luego fue cedido al Recreativo de Huelva, y también estuvo en la filial del Submarino Amarillo. El elenco de España lo transfirió al Dinamo de Kiev de Ucrania, de donde también fue prestado al Evian francés. En medio de su travesía, si el Canalla ascendía en 2012 con Pizzi como DT, expresó su intención de retornar para colaborar con Central en su afianzamiento en Primera. El ascenso de River y del Quilmes de Caruso Lombardi frustró ese retorno del atacante desde Europa. Pasó a Tigres de México para su última etapa en el exterior antes de la vuelta.
Volvió en diciembre de 2014 y se puso a disposición del flamante DT Eduardo “Chacho” Coudet. La etapa del Chacho sorprendió y entusiasmó a los auriazules con un equipo que se fue encontrando, de la mano de las irrupciones de campeones en Reserva como Giovani Lo Celso, Franco Cervi y demás. A Marco le tocó compartir ataque con Marcelo Larrondo, una apuesta poco conocida en el fútbol argentino, pero que había llegado a jugar en Europa. Esa dupla se entendió igual o mejor que la que formaron con Wanchope. Además, en 2015, los compañeros y resultados sí los acompañaron.
Luego de varios años el club de Arroyito volvió a pelear un campeonato de Primera, con un fútbol efectivo y por momentos, vistoso. La propuesta de Coudet favorecía a los jugadores ofensivos que perdieron una polémica final de Copa Argentina con Boca y llegaron a ser protagonistas de la Libertadores ’16 tropezando en cuartos de final con el futuro campeón Atlético Nacional. Años de muy buen rendimiento pero que injustamente no les dio un título.
La consagración tan anhelada
La esperada coronación llegó recién en 2018, con el histórico “Patón” Bauza como DT. En dupla ofensiva con Zampedri – llegado desde Atlético Tucumán – Central logró quedarse con la trabajada Copa Argentina. Tres finales (2014, 2015 y 2016), las dos últimas con Marco en el equipo, debieron pasar para que gritaran campeón.
El título fue el primero desde la Conmebol 1995 para los auriazules y coronó esa etapa competitiva entre fines de 2014 y 2818. Posteriormente aparecieron dificultades luego de enfrentar la Libertadores como campeón de la Copa nacional. Marco necesitó un cambio de aire y emigró a Atlético Paranaense a inicios de 2019.
En el equipo brasileño tuvo cruces por Libertadores con Boca y con River. Con varios goles demostró al continente que seguía vigente, como en la Copa ’16 con el recordado equipo de Coudet.
En Central la historia avanzó, Diego Cocca tomó el mando del equipo e hizo una campaña aceptable. Y Marco volvió pero ya con “Kily” González como DT que asumió el mando en la segunda mitad de 2020 en el marco de un proyecto con jugadores del club y recursos limitados.
El Canalla logró acceder a cuartos de final de la Copa Sudamericana 2021 siendo eliminado por Red Bull Bragantino que llegaría a la final. La irregular campaña local fue una marca del ciclo del “Kily” que se fue a mitad de la actual Copa de la Liga. En ese contexto Marco Ruben se las ingenió para seguir haciendo lo que mejor sabe: goles. Hasta llegar a convertirse en el máximo artillero de la historia canalla.
A los 35 años Marco Ruben será una marca indeleble en la historia auriazul. Sin ser peyorativo ni caer en lugares comunes, “Marcó, Ruben” era una fácil asociación en Arroyito. Hasta siempre, goleador.