Por Guido Antonelli (@gantonelli1996)
Serena Williams anunció que el US Open que comenzará mañana será su último torneo. A un mes de cumplir 41 años, la ganadora de 23 Grand Slams le pondrá punto final a una gran trayectoria como profesional.
Lo confirmó en una entrevista para la edición de agosto de la revista Vogue, titulada “Serena Williams dice adiós al tenis en sus propios términos y en sus propias palabras”. Allí argumentó que le gustaría volver a quedar embarazada, pero que no volvería a vivir esa experiencia siendo una deportista de alto rendimiento y que, si hoy le dieran a elegir entre armar su currículum tenístico o su familia, elegiría la segunda opción. A su vez, su hija Olympia “reza a Jehová antes de irse a dormir para que le traiga una hermana”.
Con 23 Majors, cuenta con el récord en la Era Abierta y se ubica a uno de Margaret Court, quien ganó trece de sus veinticuatro antes de 1968. El último que ganó Serena fue en Australia 2017. Desde ese entonces, fue madre y alcanzó cuatro finales de GS (dos en Wimbledon y dos en Nueva York). Consultada por los 24 de Court, respondió: “Hay gente que dice que no soy la mejor de la historia porque no pude igualar los 24 de Court. Mentiría si dijera que no quiero ese récord, obviamente que lo hago. Pero en este momento ya no estoy pensando en ella, sino en despedirme jugando”.
A continuación, se detallarán diez momentos de la carrera de la estadounidense como singlista en Grand Slams.
Primer Grande en el US Open 1999
1999 fue un año bisagra para la nacida en Michigan. Luego de ganar su primer título en París, superó a Steffi Graf en la final de Indian Wells y llegó a la final de Miami. Fue justamente su hermana mayor, Venus, quien le cortó una racha de 16 victorias consecutivas -que la metieron el top 10- en el partido decisivo. En el US Open les ganó a múltiples campeonas de Grand Slams como Kim Clijsters, Conchita Martínez, Monica Seles y Lindsay Davenport (defendía el título) para clasificar a la final. Allí venció a la primera preclasificada Martina Hingis en sets corridos y, a pocos días de cumplir 18 años, se convirtió en la segunda afroamericana en ganar un GS desde que lo hiciera Althea Gibson en 1958. Además, en esa edición del torneo neoyorquino también se coronó en dobles junto a Venus.
Número 1 del mundo
El lunes 8 de julio de 2002, Serena llegó a la cima del escalafón por primera vez en su carrera. Un día antes, había vencido a su hermana por 7-6(4) y 6-3 en la final de Wimbledon. Eran tiempos en los que las Williams dominaban el circuito femenino y se cruzaban en finales de torneos grandes. Así es como Venus había triunfado en el US Open 2001 y Serena se había tomado revancha en Roland Garros 2002. Wimbledon sirvió para desempatar el historial entre ambas en esta clase de encuentros.
Primer Australian Open y Serena Slam
Dos meses después del partido en el All England, Serena se vengó de la derrota en la edición anterior y le ganó 6-4 y 6-3 la final del US Open. De esta manera, cerró 2002 con tres Majors en singles y uno en cada superficie. Australia era el único GS que se le hacía esquivo y el inicio de 2003 era la mejor oportunidad para saldar esa deuda. Lo lograría superando, otra vez, a Venus Williams en tres parciales en la final. Así obtuvo lo que se conoció como Serena Slam, es decir, ser la campeona vigente de los cuatro grandes durante un mismo período de tiempo.
Regreso tras la depresión y las lesiones y un nuevo título en Australia
Después de salir campeona en el Australian Open 2005, Serena Williams padeció una lesión en el tobillo que la obligó a bajarse de torneos o tener que retirarse de varios partidos a lo largo de la temporada. Finalizó el año en la decimoprimera ubicación, fuera del top-10 por primera vez desde 1998. Tras una temprana eliminación en Melbourne, donde confirmó en rueda de prensa que ya estaba bien del tobillo pero que sufría depresión y una lesión de rodilla, se mantuvo alejada de las canchas durante seis meses hasta su regreso en Cincinnati. 139 del mundo en el momento en el que cerró la lista de ingresos, necesitó de una wildcard para disputar el US Open. Luego de la derrota ante Amélie Mauresmo en octavos de final, no jugó más en un año que terminó como 95 del mundo.
Dos años después de su último título de GS, en Melbourne resurgió y le ganó la final a Maria Sharapova con un contundente 6-1 y 6-2. Tras haber llegado a cuartos de final en el resto de los Majors, Serena Williams finalizó 2007 como la mejor estadounidense (séptima) del ranking por primera vez en cuatro cursos.
De nuevo en la cima del ranking y descalificación en el US Open
En 2008, las hermanas Williams volvieron a verse las caras en una final de Grand Slam. Fue en Wimbledon, donde Venus cortó la racha adversa y la superó en sets corridos. Dos meses después, Serena ganaría el US Open por tercera vez (6-4 y 7-5 a Jelena Jankovic) y, al comienzo de 2009, volvería a consagrarse en Oceanía (6-0 y 6-3 a Dinara Safina). En julio volvió a jugar la final del certamen londinense ante Venus, con el aliciente de que el título la devolvería al primer lugar del ranking. Y así fue, con parciales de 7-6(3) y 6-2.
Todo marchaba bien para la menor de las hermanas, hasta que llegaron las semifinales del US Open. Match point abajo ante Clijsters, Williams señaló con la raqueta y le gritó “te voy a matar” a una jueza de línea que le había cobrado falta de pie. La jueza se lo comunicó a la umpire Louise Engzell, quien, en concordancia con el árbitro principal Brian Earley, sancionó a la de Michigan con un punto por conducta antideportiva y, como consecuencia, la jugadora belga clasificó a la final. Un presagio de algo que pasaría nueve años después en el mismo estadio.
Golden Slam
A la carrera de Serena Williams aún le faltaba la medalla de oro en singles en un Juego Olímpico. Cuando se confirmó que en Londres 2012 se jugaría sobre el césped del All England, era lógico que la estadounidense contaba con una oportunidad inmensa. Como antesala, un mes antes había superado a Agnieszka Radwanska por 6-1, 5-7 y 6-2 en la final de Wimbledon para llegar a los 14 Grand Slams. En los JJOO jugó a un nivel brillante. Camino al título, solo dos tenistas lograron ganarle tres games en un set. En el partido por la dorada, venció a Sharapova -como en sus últimos diecinueve enfrentamientos- con un categórico 6-0 y 6-1.
Segundo Surface Slam y derrota inesperada en Nueva York
En 2015, Serena Williams solo perdió tres partidos. Campeona en Melbourne, París y Londres, igualó su segundo Surface Slam. Además, entre la final de Wimbledon y la del US Open volvió a ser la campeona vigente de los cuatro. Sin embargo, aún le faltaba algo: hacer el Grand Slam. Por más que ya contara con veintiún títulos de este calibre, todavía no había ganado todos en un mismo año calendario. Todo estaba dado para que lo hiciera en Nueva York, hasta que la italiana Roberta Vinci le remontó un set de desventaja para ganarle por 2-6, 6-4 y 6-4 en semifinales.
Campeona embarazada en Australia
Salvo un batacazo en el próximo US Open, el Abierto de Australia de 2017 será el último gran título de Serena Williams. Días antes de comenzar el torneo, se enteró de que estaba embarazada y se lo comunicó a una sola persona: su hermana. Casualmente, ¡otra vez jugaron una final de GS entre ellas! La menor ganó por doble 6-4 y, tras ausentarse de los torneos de febrero y marzo, en abril comunicó la razón. El primero de septiembre nació su hija Alexis Olympia Ohanian, quien tiene el nombre de su padre y las iniciales del torneo que su madre ganó embarazada de ella. Tras la cesárea, sufrió una embolia pulmonar que derivó en cuatro intervenciones quirúrgicas. “En 2010 me enteré de que tenía coágulos de sangre en los pulmones. De no haberse detectado a tiempo, ahora podría haber muerto.”, declaró Williams al salir de la internación.
Pelea con el umpire en la final del US Open
A menos de un año de haber sido madre, Serena Williams volvió a jugar una final de Grand Slam. Fue en Wimbledon, donde cayó por doble 6-3 frente a Angelique Kerber, a quien había derrotado en la misma instancia y en el mismo estadio dos temporadas antes. En el US Open enfrentó en el partido decisivo a Naomi Osaka. Pese a que era su primera final de un Major, la japonesa afrontó el encuentro como si fuera la jugadora experimentada. Además, Williams consideró injusto que el umpire Carlos Ramos le diera un warning por recibir instrucciones de su entrenador Patrick Mouratoglou.
Allí comenzó una discusión en la que debió intervenir el árbitro jefe luego de que la tenista acusara a Ramos de “ladrón y mentiroso”. Una advertencia por coaching, otra con deducción de un punto por romper una raqueta y otra con un game por el altercado con Ramos empañaron una final ante un Arthur Ashe repleto. Finalmente, la japonesa ganó su primer Grand Slam en sets corridos, aunque el llanto en la entrega de premios demostró que no pudo celebrarlo como hubiera querido.
Últimas finales
En 2019, repitió final tanto en Londres como en Nueva York. En la búsqueda del récord de 24 Grand Slams de Margaret Court, Williams cayó primero ante Simona Halep y luego ante Bianca Andreescu. Todo indica que la cuenta quedará en veintitrés, con la estadounidense como la máxima campeona de la Era Abierta.
Más allá de sus grandes logros individuales -73 títulos en total-, es inevitable pasar por alto la notable trayectoria de Serena Williams como doblista. En esta modalidad, también fue número 1 del ranking, ganó los cuatro Grand Slams en dos ocasiones como mínimo -14 en total, todos junto a Venus- y obtuvo tres oros olímpicos en Sídney, Beijing y Londres. Además, se consagró en dobles mixto en Wimbledon y en el US Open de 1998. Considerada por muchos como la mejor jugadora de todos los tiempos, no quedan dudas de que Serena Williams es la tenista más ganadora e influyente de los últimos veinticinco años.