Por Luis Gil (@gilsterfc)
La vida de Elson Evelio Becerra Vaca comenzó un 26 de abril de 1978 en Cartagena de Indias, Colombia, aunque fue criado en el barrio de San Francisco. Elson ha sido uno de los mejores futbolistas en salir del fútbol del Bolívar.
Debutó profesionalmente a los 17 años con el Cooperamos Tolima, equipo al que fue cedido desde Deportes Tolima. «Chocolatín» como era apodado, ya mostraba sus grandes dotes para jugar a la pelota, mismos que más tarde le permitirían regresar con los «pijaos». Allí se convertiría en uno de los referentes de la hinchada del vino tinto y oro, además de que sus maravillosas temporadas le valdrían para ser convocado a la selección colombiana. Con ella formó parte del plantel campeón de América en 2001 y de la escuadra que participaría en la Copa Confederaciones 2003. Fue durante ese torneo que por primera vez la muerte le pasó cerca.
En el partido correspondiente a la semifinal del torneo contra Camerún, Elson viviría de cerca el fallecimiento de Marc-Vivien Foé. Cuando el camerunés cayó al campo inconsciente él trató de asistirle, pero no fue suficiente. Esto nos da una pequeña pauta de la calidad de persona que era Becerra, alguien bondadoso que buscaba siempre ayudar al otro e inseparable de sus amigos… algo que tan solo 3 años después le costaría caro.
Después de la Confederaciones de 2003, donde Chocolatín fue uno de los jugadores más destacados, fue fichado por el Al-Jazira de los Emiratos Árabes Unidos. Todo en su vida parecía ir bien, pero había algo que le hacía la vida difícil en Arabia y era la melancolía de su tierra. Extrañaba a sus amigos, familia y sobre todo el ambiente de Cartagena, es por eso que cada que tenía oportunidad viajaba de vuelta a casa a pasar el tiempo con los suyos.
Elson tenía un amigo con el que vivió su segundo roce con la muerte: Alexander Ríos, quien contaba con una reputación mala en Cartagena y tenía varios antecedentes problemáticos. Su padre relata que ya había tenido un problema con él: «Ya le habían dicho que no aceptara a esa persona a su lado porque pretendían atentar contra su vida sin importarles si estaba o no solo». Ya Elson le había «salvado la vida» a su amigo, pues una de las veces que trataron de atentar contra él no lo hicieron por haber estado Elson presente (esto habla también del nivel de reconocimiento que tenía en Colombia). Pero a pesar de lo dicho por su padre, Becerra lo siguió frecuentando.
Finalmente, el 8 de enero, a tan solo dos días de reportarse con su entonces club el Al-Jazira para el comienzo de la pretemporada, Elson se encontraba en una discoteca con sus amigos cuando un grupo de sicarios irrumpió arremetiendo contra Ríos. Lamentablemente en el medio del encuentro cuatro balas impactaron el cuerpo de Becerra, quien perdió la vida camino al hospital.
Su asesinato fue un evento de gran conmoción por la forma tan repentina en la que un jugador tan carismático y joven dejó el mundo. Aún al día de hoy lo recuerda con un gran cariño por ser un futbolista que cuando se encontraba en el campo hacía de este deporte una hermosa diversión.
