«Fui futbolista por necesidad»

Entrevista con Miguel Ángel Oviedo, campeón del mundo en 1978 y un símbolo del fútbol cordobés.

Por Daniel Reinoso (@futbolymultitudes)

Miguel Ángel Oviedo nació en Córdoba, en “su” barrio San Vicente. Tuvimos la posibilidad de charlar con él. De una liga amateur a ser campeón del mundo. Palermo, Racing de Nueva Italia, Instituto Atlético Central Córdoba, Talleres de Córdoba y el hito máximo de 1978 con la Selección.

Sus inicios

-A los 16 años me probé en General Paz Juniors y no quedé. La frase repetida que en muchos casos mata el sueño de quien quiere ser futbolista: “Chicos como este tenemos un montón”. A esa edad tenía muchas ganas de jugar y fui a Palermo, gusté y quedé. Estaba dando mi primer paso en el fútbol.

Cuando fuiste a las pruebas ¿En qué puesto lo hacías?

-Siempre de seis. Nunca me probé en otro puesto.

¿Qué te llevó a probarte en Palermo?

-Es que soy de San Vicente y además José, mi padre, hizo toda su carrera futbolística allí. Se puso muy contento cuando le dije.

¿Cuánto tiempo jugaste en Palermo?

-Poco tiempo, jugué en quinta división y el técnico Humberto Merlo me lleva a la primera. Salimos campeones de la Segunda Ascenso, lo que hoy sería la primera B de la Liga Cordobesa.

Nombraste a José, tu papá. ¿Qué fue para vos en lo futbolístico?

-Todo. Lo que soy como persona y lo que fui como futbolista se lo debo a él. Por el jugué al futbol.

¿Él te ayudo en la decisión?

-Yo me dedico al fútbol por necesidad, éramos de una familia muy humilde, cuatro hermanos y laburaba solo mi papa. Había que ayudarlo.

¿Porqué por necesidad?

-Porque en esa época se usaba al futbol para ver si podían conseguir un trabajo. Lo que te pagaban era poco. Y el ser jugador te permitía relacionarte con gente de empresas a través de los dirigentes.

Su padre

¿Y cómo fue la charla con tu papá?

-Hablé con mi padre y le dije: “Me voy a dedicar al futbol”.

¿Y él que te dijo?

-Algo muy simple: «si te vas a dedicar hacelo con seriedad y profesionalismo, yo te voy a apoyar».

¿Qué sentiste cuando tu papá te dijo eso?

-Un apoyo tremendo y también una responsabilidad de no defraudarlo. Me seguía a todas las canchas donde iba a jugar.

¿Qué sentías cuando estabas jugando y sabías que él estaba en la tribuna?

-Me ponía nervioso, después del partido, y en el momento adecuado me marcaba algunos errores y también aciertos.

¿Te inhibía con su presencia?

-Sí. Él fue un gran jugador y no quería defraudarlo.

¿Además del club, entrenabas por tu cuenta?

– ¡Así es! Volvía del club y entrenábamos con mi hermano. Nos ayudaba en la resistencia física y mejorar la técnica.

¿Como eran esos entrenamientos?

-Al lado de mi casa había un baldío y mi padre le colocó dos arcos. Y nos hacía jugar mano a mano con mi hermano. Uno contra uno, atacábamos y defendíamos. Mi hermano fue un gran delantero, me costaba marcarlo. Sin saberlo, esos partidos de potrero me permitieron jugar en diferentes puestos. Ese trabajo fue la base en mi preparación como futbolista y lo que me permitió llegar a primera y jugar en la Selección.

La etapa en Racing de Nueva Italia

Carlos Videla, uno de los baluartes de ese Racing, deja la práctica activa y Racing trae desde Palermo a Miguel “Cata” Oviedo.

¿Como fue tu llegada?

-Cuando jugamos la final por el ascenso con Palermo enfrentamos a Los Andes, la gente de Racing había ido a verme. Negociaron y me compraron el pase.

¿Con quién compartiste equipo en Racing?

-Muy buen equipo había en ese momento. Había que jugar muy bien para ser titular. Me acuerdo de algunos nombres como: Apestey, Castro, Marucco, en el medio el “Bocha” Loyola, Atilio Molina, la “Chueca” Aramayo, Cacho Santaclara, Baez y Pelusa Videla, Guerini. Gran equipo. El técnico era Carlos Videla que dejó el futbol y era el técnico.

Instituto Atlético Central Córdoba, la Gloria

Antes de llegar a Talleres, «La Cata” pasó por la Gloria de Alta Córdoba que tenía que jugar el Torneo Nacional del ’73.

– ¿Cómo te fue en la Gloria?

-Fue una de las mejoras formaciones que integre. El técnico era Enrique García que venía de Belgrano. Con el equipazo que teníamos no hicimos una buena campaña. Había mucha expectativa en la gente. Debutamos en Alta Córdoba frente a Newell’s y perdimos 1 a 0.

¿Cómo formaba esa delantera?

-Una delantera tremenda con Saldaño, Ardiles, Kempes, Beltrán y Willington, que también había venido de Talleres, el Zurdo Ceballos alternaba con el “Loco”. Todos se consagraron en el futbol.

¿Y el resto de la formación?

-El arquero era Perriot, Anelli, la “Gata” Olmedo, yo y Machado; y en el medio el cinco era Moyano.

Con semejante equipo, ¿Qué pasó?

-Inexperiencia. Todos teníamos un promedio de 22 años. Muy jóvenes y eso nos pasó factura. Ahora debutan en primera a los 17 años.

¿Cómo era el futbol de esa época con respecto a la actualidad?

-El juego era mucho más lento, era técnica y habilidad. Había que jugar muy bien para tener un lugar en el equipo. Ahora alguien con buen estado físico ya es un buen jugador.

Club Atlético Talleres, Amadeo Nucetelli y Ángel Labruna

¿Cuándo llegas a Talleres?

Después de jugar para la “Gloria”, vuelvo a Racing. Don Ángel Labruna, que estaba en Talleres, me pide. Los dirigentes de Racing me ceden y juego el torneo de la Liga para la Academia y el Nacional para Talleres. En ese equipo del 74 era suplente del Gringo Ártico.

¿Qué sentiste cuando te pidió Labruna?

-Una satisfacción muy grande. Además, yo era hincha de River por mi viejo. Lo nombraba siempre a Ángel y a sus compañeros de “La Máquina”.

Después de ese Nacional. ¿Cómo sigue tu carrera?

-Yo vuelvo a Racing porque a Talleres fui a préstamo. En el año 75 Ángel se va a River y quiere llevarme. Amadeo y Ángel eran muy amigos, ellos llevan a cabo la negociación, pero no me fui a River.

¿Cómo fue?

-Amadeo se entera del interés de River, me querían a mí y a Pablito Comelles. Amadeo Le propone a Labruna: “Si lo querés a Comelles, te lo llevas a Ártico también, sino no hay negocio”. La idea de Amadeo era que yo quedara en Talleres en lugar del “Gringo”. Cerraron la operación quedándome en Talleres. Pablo y el Gringo se fueron a River y terminaron siendo campeones con River después de 18 años.

¿Como era la defensa que quería armar Labruna en River?

-A Labruna siempre le gustaron los jugadores técnicos. El me seducía diciéndome que la línea de cuatro que quería era: Comelles, Perfumo, Oviedo y Pasarella.

¿Labruna intento volver a llevarte a River?

– ¡Si! En el 76 volvió a buscarme. Amadeo se entera me llama y me dice: – ¿Cuánto te ofrece River?, le digo la cifra y me responde: –Te doy el doble y te quedas.

¿Y vos que hiciste?

-No lo pensé dos veces, era buen dinero y me quedé. Mal no me fue.

¿Como era Amadeo como dirigente?

-Primero era muy buena persona y como dirigente, el mejor en ese momento. Excelente negociador y administrador. Apostó fuerte y trajo a Ángel Labruna, Adolfo Pedernera, Rubén Bravo. Grandes técnicos que dirigieron en la Liga y en los Nacionales.

¿Cuánto le debe Talleres a Nuccetelli?

-Todo. Fue un adelantado en su época. Revolucionó el futbol del interior del país.

¿Qué recuerdos tenes de ese gran equipo de Talleres?

-Los mejores, tuve la suerte de integrar un equipo de grandes jugadores como Valencia, Alderete, jugar con Luis Galván, Victorio Ocaño en el medio, un jugadorazo como Juan Domingo Patricio Cabrera, el “Hacha” Ludueña, Bocanelli, Bravo, Cherini, Reinaldi y un montón de grandes jugadores. Fuimos la época de oro del futbol de Córdoba. Fíjate la calidad de jugadores que había que el suplente mío llegó a ser José Luis Cucciufo.

Miguel Oviedo y sus técnicos

¿Te acordás de los técnicos que tuviste en tu carrera?

-Fueron muchos. Merlo, Videla, García, Labruna, Pedernera, Bravo, Saporiti, Pastoriza, Basile, Menotti y algunos más. A todos les gustaba el buen futbol. Te daban libertad de jugar y hacer lo que sabías. Grandes que hicieron historia en el futbol argentino.

¿De quién sacaste mayor aprendizaje?

-De todos, siempre sacas algo de cada uno. Desde que te inicias hasta cuando llegas al alto nivel.

¿Describirías algunas cosas de algunos?

-De Labruna me impresionó el ojo que tenía para elegir un jugador. Lo veía patear y decía: “Ese sirve”. El “Pato” era duro, te decía algo y debías hacerle caso sino al otro partido no jugabas. Del “Flaco” Menotti te daba la confianza para jugar. Saporiti era un técnico muy capaz, al cual le debo mucho. Muy buen profesional, exigente, además de muy buena persona.

Y si tuvieras que elegir, ¿Qué técnico te marcó más?

-Yo me quedo con Roberto Saporiti. Muy buen técnico, laburador, responsable. El “Sapo” era muy exigente. Me quedo con él. Además, era el técnico de Talleres cuando jugamos el mundial.

La Selección Argentina y la legión cordobesa

La Selección que juega el Mundial 78: ¿Por qué tuvo tantos jugadores del interior?

-En primer lugar, porque hubo un técnico que miró a los que jugábamos en el interior del país. Nadie en la historia de futbol argentino miró el futbol de las provincias. Yo empecé jugado en esa Selección del Interior y mucho tuvo que ver don Ángel Labruna que me recomendó.

De los cordobeses. ¿Sos uno de los primeros en llegar?

-Así es. Fui convocado en el año 74. Después del mundial de Alemania y llegué a jugar hasta después del mundial 78.

¿Como fue la incorporación de los otros cordobeses?

-Me acuerdo que el “Cabezón” Galván se incorporó un mes antes del inicio del mundial. El titular para César era Osvaldo Piazza, en ese momento, el mejor líbero de Europa. Pero un problema familiar no le permitió incorporarse.

¿Como eligen a Galván?

-Cuando se supo lo de Piazza. Por intermedio de Saporiti llega Luis. En ese momento Talleres estaba jugando en Mar del Plata, viajó y se incorporó.

En el puesto de volante por derecha estaba Ardiles.

-Si. Jugó Ardiles. Pero el titular para Cesar era el “Hacha” Ludueña. Se lesiona a principios de año y no pudo jugar.

¿Y allí aparece Ardiles?

-En esa época había muy buenos jugadores en ese puesto. Osvaldo era el cuarto en esa nómina. Después de Ludueña estaba J.J. López, el “Chino” Benítez y recién aparecía el “Pitón”.

¿Qué fue lo que lo convence a Menotti para elegir a Ardiles?

-Optaron por su dinámica, era más veloz que los otros. Cesar buscaba jugadores dinámicos y con desplazamiento, había que jugar contra europeos.

El tener capacidad en jugar en varios puestos. ¿Te ayudo en la designación?

-Jugaba en cualquier puesto, menos de delantero. Esa fue la cualidad para ser designado. Y en eso tuvo mucho que ver Saporiti, él me conocía de Talleres.

¿Podrías haber jugado algún partido junto con Galván en el mundial?

-Existía la posibilidad. Si le pasaba algo a Daniel Passarella, yo lo podía suplantar perfectamente. Hubiera sido lo máximo para mí jugar con Luis en un Mundial.

¿Como la definirías a la dupla con Galván?

-Nos han hecho menciones de como jugábamos nosotros, era una manera de jugar muy particular. A partir del conocimiento, coordinación y la confianza que nos teníamos. Nos complementábamos a la perfección. Fuimos y seguimos siendo amigos. Salíamos de vacaciones juntos. Concentrábamos juntos y hasta comíamos lo mismo.

¿Quién reemplazo a Maradona? ¿Valencia o Alonso?

-El cuerpo técnico optó por jugadores formados, Diego era muy joven. El 10 iba a ser Ricardo Villa, hasta que Daniel Valencia con su juego le hace cambiar los planes al técnico. El “Beto” Alonso, un gran jugador, fue puesto por la presión de los medios. Estaba pasando un gran momento en River.

¿Y en otros puestos?

-Podía ingresar en lugar del “Tolo” Gallego o en cualquier otro puesto. Contra Brasil entre a jugar de ocho en lugar de Ardiles. Como te dije menos de delantero.

¿Puede ser que alguna vez te pusiste la 10?

-Si. Fue un partido contra River en el viejo Chateau Carreras. Se había lesionado Valencia. Saporiti me dice que iba a jugar de 10 y toda esa semana entrene en ese puesto.

¿Como te fue?

-Fui la figura de la cancha. Le ganamos 1 a 0 a River, con gol de tiro libre que le hice al “Pato” Fillol.

La Selección, diferencias económicas y el mundial de Qatar

Los únicos dos títulos mundiales fueron ganados con jugadores que estaban en el país.  

Si, es verdad. En primer lugar, para nosotros los jugadores era un orgullo vestir la camiseta de la Selección de nuestro país. Es lo máximo que uno puede aspirar. Salvo excepciones todos jugábamos en el país. En nuestro caso todavía jugábamos en la Liga cordobesa.

Después del Mundial volvieron a Talleres. ¿A dónde jugaron?

-Se terminaron los festejos, volvimos a practicar con Talleres y el primer partido que jugamos fue contra Huracán de La France.

-En la época que nos tocó jugar era muy difícil tener un auto. Ahora un chico de la reserva lo tiene. Eran otros tiempos, nosotros jugamos en la selección y fuimos campeones del mundo desde una liga amateur.

-Cuando veo una camiseta de la selección con las dos estrellas, digo: «Una de esas es mía«. He tenido mucho sentido de pertenencia cuando jugué en la selección.

La selección está compuesta, salvo Armani, por jugadores que están en Europa. ¿Esa comodidad no conspira con el “hambre” de ganar?

-No, los muchachos tienen hambre de gloria. Además eran otras épocas. Antes era muy difícil ir a jugar a Europa. Ahora jugás dos partidos bien y te venden.

-Esta selección tiene buen grupo humano, con Messi a la cabeza, juegan bien y tienen ganas de ganar. A mi me ilusiona esta selección.

Miguel ¿Podrías haber jugado en el futbol actual?

-Por supuesto que podría haber jugado. El futbolista de mi época era más técnico. Hoy todo pasa por lo físico. Yo siempre destaco que son futbolistas y no atletas, dos cosas diferentes. Son futbolistas que emplean la velocidad y no al revés.

¿Como lo ves al “Cuti” Romero?

-Es un gran jugador. Con mucha personalidad y no se achica ante nadie. Para llegar y jugar de titular en la selección tenes que tener muchas condiciones.

¿Como se maneja una defensa de baja estatura comparándola con los europeos?

-La veo bien a la defensa. A la falta de altura hay que complementarla con un buen trabajo de piernas. Los defensores como Roberto Ayala, Daniel Passarella, Luis Galván no eran altos, pero tenían potencia en las piernas y eso suplía la falta de altura, además de usar los recursos como el de ser tiempista.

Para el arco. ¿Quién te gusta para titular?

-Para mí debería jugar Martínez. Sale bien en las pelotas aéreas. Armani también es un gran arquero, sale a tapar bien y es buen atajador bajo el arco.

¿Estas ilusionado con la selección?

-Si. Muy ilusionado. Ojalá traigamos la Copa.

La charla duró un partido con alargue. Aun así, el tiempo fue corto para hablar con uno de los más grandes jugadores que dio el futbol de Córdoba. Miguel Ángel Oviedo o simplemente “Cata”. Habló como jugó en toda su carrera, con simpleza y humildad.

El Cata Oviedo, gloria del fútbol cordobés

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