Por Facundo Mussa (@Mussafacu)
Luis Alberto Escobedo es un exfutbolista nacido en Santiago Del Estero el 3 de septiembre de 1962. Tuvo una gran trayectoria en el fútbol, en clubes como Los Andes, Racing de Córdoba, Belgrano, Vélez y Temperley, entre otros. Hizo el servicio militar obligatorio y habiéndolo finalizado, lo reincorporaron y enviaron a Malvinas.
El santiagueño se encontraba entrenando en primera con Los Andes a los 17 años cuando le tocó el servicio militar. A su salida, en marzo de 1982, volvió al club y una semana después le tocó jugar contra San Lorenzo que en ese tiempo transitaba la Segunda División. El día después del partido compró el diario y se enteró que su compañía estaba acuartelada. En una época donde la comunicación no era tan fácil, consiguió llamar desde un teléfono público y le avisaron que se debía presentar.
Se presentó, le entregaron la ropa y al día siguiente viajó hacia Malvinas, sin posibilidad de avisarle a su familia que se iba a la guerra. Escobedo contó en varias oportunidades que los recibió un clima muy hostil, viento, lluvia y mucho frío. Los primeros días pensaron que el conflicto se arreglaba en forma diplomática. Nada de esto pasó y mediante una radio se enteraron que la flota británica estaba llegando. En el frío antártico, caminaba kilómetros durante días para que no lo maten.
El período posguerra fue muy traumático para muchos, pero para el futbolista fue diferente. Según él, el fútbol lo ayudó a reinsertarse. En una sociedad que al principio no brindó reconocimiento alguno a los que volvieron, muchos excombatientes no tuvieron el apoyo necesario y se terminaron suicidando. Otros se subían a un colectivo sin dinero y eran obligados a bajarse. Por suerte, con los años se tomó consciencia de que son héroes y así deben ser tratados.
Al volver de la guerra no quería saber nada con el fútbol, pero al poco tiempo le surgieron ganas porque su padre lo llevó a ver un partido. Desde ahí no paró más, hasta los 40 años. Era un lateral derecho clásico, aguerrido y con determinación cuando le tocaba pasar al ataque.
Años después, Luis visitó las Islas junto otros siete excombatientes para rendirle homenajes a sus compañeros caídos en la Guerra. Hicieron un minuto de silencio, entonaron el himno argentino y mostraron sus banderas con frases. Hasta allí, todo normal.
Sin embargo, un jueves por la mañana, las autoridades los despertaron y los llevaron a la Comisaría. Estuvieron presos 2 días, por una denuncia de un kelper por insultos y ofensas.
Este vecino, habría tomado como ofensa que Luis lleve una bandera de las Islas Malvinas, con la frase “Territorio Argentino”. Una vez solucionado el increíble malentendido, las autoridades se disculparon y se pusieron a su disposición para explicarle a los isleños que solo estaban rindiendo homenaje a los caídos.
Hasta el día de hoy, su amor por la pelota no cesa y con 60 años forma parte del equipo senior de Temperley y de la Selección Argentina de mayores de 50 años. Un héroe y un ejemplo de que el fútbol es capaz de mitigar hasta los peores dolores.
