Por Guido Ramos (@gardelianshit)
Hace unos días con mi familia decidimos abrir un baúl que había en casa. Tan o más viejo que la arquitectura que lo rodea, ese cofre descansaba bajo un mantel que lo mantenía oculto desde quién sabe cuándo. Cuando lo abrimos, en busca de una casi mitológica libreta con las recetas del abuelo, encontramos un sinfín de recuerdos perdidos por el tiempo.
Era un catálogo completo de las viejas memorias de toda una familia. Después de hurgar un poco entre polvo y desorden descubrí una serie de cuadernos con anotaciones. Uno era el que contenía las preciadas recetas y los otros tenían anotaciones varias del día a día.
De estos últimos uno llamó mi atención porque en una de sus páginas tenía un recorte de revista que rezaba “LA FINAL DEL SIGLO” y más abajo anotaciones sobre un partido de fútbol, un superclásico. Estaban las formaciones de ambos equipos dibujadas y minuto por minuto, el detalle de las acciones. Todo escrito con una letra casi ininteligible pero con mucha personalidad.
Me dispuse entonces a ubicar el partido con la ayuda de internet y guiado por algunos nombres di con él. Se trataba de un encuentro del 14 de diciembre de 1969. No era un clásico cualquiera, por primera vez River y Boca se disputaban un título liguero en un partido. Con el empate Boca era campeón; River, siendo local, necesitaba ganar.
Buscando un poco más encontré la filmación del partido completo, seguramente la más antigua de un partido del fútbol argentino que se conserve en su totalidad. Intrigado por saber más acerca de mi abuelo y de aquel futbol, se me ocurrió ver el encuentro y, como lo había hecho él décadas antes, hacer mis propias anotaciones. Una vez que finalicé me dispuse a comparar las mías y las de él. Había más similitudes que diferencias.
El partido
Encuentro clásico con un trámite clásico desde el primer momento. El Boca que dirigía Alfredo Di Stéfano fue más serio, más cerebral y presentó una línea de 4 de lujo conformada por Suñé, Meléndez, Rogel y Marzolini. Bien plantado atrás especuló con una posible contra liderada por Madurga, Rojitas y Savoy mientras los wines Ponce y Peña esperaban bien abiertos por los costados.
River presenta un planteo más ofensivo, juntando gente en el ataque y adelantando su última línea compuesta por Ferreiro, López, Recio y Vieytez. Su objetivo es dejar en offside los piques de Madurga, Rojas y Peña. La táctica de River fue fructífera en un comienzo: antes de que se cumplan los primeros 7’ dejó en fuera de juego 4 veces a los hombres de Boca.
Dominan la pelota y atacan con Montivero por derecha, Trebucq por el centro, a su lado Marchetti y la estrella del equipo «Pinino» Más de wing izquierdo. A estos se les suma Carlos Rodríguez, el único volante mixto. La delantera del equipo dirigido por Ángel Labruna se mueve constantemente. Sin embargo, citando las anotaciones de mi abuelo “no logran ser lo suficientemente incisivos y chocan permanentemente con la muralla boquense”.
Cuando la marea se calma después de unos primeros 10’ intensos, Madurga vuelve a picar tras pase de Savoy, se lleva la pelota dejando por el camino a Perico Pérez y define. 1-0 gana Boca a los 12’. Desde allí el juego de los delanteros de River se vuelve impreciso, el único camino seguro hacia el arco es Pinino Más. Boca se va asentando en el terreno, está cómodo con el resultado y con el juego de su rival.
Para el minuto 28 la manija del partido ya cambió visiblemente de mano, la gente de Boca en el Monumental canta “ole, ole, ole…” mientras Boca hace circular la pelota y continúa llegando. Ponce y Peña perdieron oportunidades claras mientras River no logra reponerse. Minuto 36, quite de Orlando Medina, volante de Boca, pasa a Rogel, este da a Rojas y el 9 xeneize deja a Madurga solo ante el cierre de Ferreiro. Muy mal parado River. Madurga de nuevo define ante Pérez, 2-0.
Antes de que termine el primer tiempo Pinino Más, quien produjo 6 de los 8 remates de River según la estadística de mi abuelo, acorta distancias con un gran gol de tiro libre desde más de 25 metros.
Las figuras
El mediocampo de Boca, salvo por Savoy que jugó un primer tiempo discreto, se llevó todas las luces. El “5” (aunque llevara la 10) Orlando Medina jugó excelentemente, se proyectó, quito y asistió. Madurga fue la gran figura, haciendo los 2 goles y demostrando toda la calidad de jugador inteligente que poseía. Meléndez, el mejor defensor, fue la razón principal del gran funcionamiento de la defensa. Por el lado de River, el único destacable fue Pinino Más, que mostró toda su capacidad. Se vislumbraba el camino al gol cada vez que tocaba la pelota.
Segundo Tiempo
La segunda parte empezó como un calco de la primera. O por lo menos lo aparentaba. Todo hacía pensar que el panorama sería favorable a Boca, pero River fue más contundente que en la primera etapa. Ya en el primer minuto fue a buscar el empate, esto afloró el nerviosismo en varios jugadores de Boca y empezaron las imprecisiones.
El local empezó a empujar hacia el arco y los boquenses no encontraban salida. “Están para el cachetazo” anotó el abuelo. Ya en el 51’ River avisó con un gol anulado que el empate estaba al caer incluso sin necesidad de la intervención de Más. Ni siquiera con los piques de Madurga Boca encuentra resultados. Savoy y Rojas no lograban retener la pelota. No había ningún lanzador.
Al minuto 67 hay un tiro libre para River desde un costado del área. Ejecuta Más, el centro llega a Marchetti y gol de River. 2-2 a falta de 23 minutos. River necesitaba un gol más e iría a buscarlo. 2 minutos después River vuelve atacar y es Suñé quien salva en la línea un gol seguro. Se encienden las tribunas riverplatenses. Habían transcurrido ya 25 minutos y Boca no había pateado al arco.
A los 73’ Dominichi, que había entrado por Vieytez, tiene un brusco encuentro con Madurga sin pelota. River empieza a jugar fuerte y si bien retomó el dominio del partido, ya los esfuerzos de ambos equipos habían mermado culpa del cansancio. Boca había sobrevivido a la tormenta. Ahí es cuando la hinchada de Boca se empieza a escuchar. A falta de 2 minutos los xeneizes celebraban su título número 27 mientras que los de River se resignaban en medio de su gran sequía de celebraciones (hacía 12 años que no campeonaban y tendrían que esperar otros 6 para hacerlo).
Las figuras
En el segundo tiempo todos los jugadores de River levantaron su nivel. Un poco por encima del resto estuvieron Ferreiro y Recio. Pinino Más, habiendo bajado en relación a la primera etapa, volvió a alzarse como la figura de River.
Por su parte Boca sufrió el efecto contrario con varios puntos bajos. Su arquero Sánchez se mostró impreciso por lo menos hasta el minuto 60. Marzolini tuvo un mal segundo tiempo y sobre todo Savoy, que junto con Ángel Rojas no pudieron liderar el ataque.
El post partido
A casi 40 años de su fallecimiento hoy puedo decir que a aquel viejito, del que nada sabía, hoy lo conozco un poquito más porque incluso sin su presencia física, pude ver un partido con él y charlar sobre fútbol. La final del siglo se convirtió en encuentro del siglo, el que unió a dos generaciones. Eso me regaló el fútbol.