Por Santiago Tuñez *
Jueves 24 de enero de 2002. El penal atajado por Sebastián a Saja a Roma deja a San Lorenzo ahí nomás de la Copa Mercosur. Hay un grito contenido en el Nuevo Gasómetro. Y ese estallido se demora aún más por la invasión de un grupo de hinchas. Hasta que Coco Capria corre hacia la pelota y su tiro cruzado tiene destino de red. Es el triunfo del Ciclón contra Flamengo 4 a 3 por penales. Es, sobre todo, el primer título internacional en la historia del club.
Sábado 23 de abril de 2022. Juan Manuel Miranda se arrodilla en el césped y llora. Las lágrimas surcan su rostro mientras los fanáticos de Betis festejan en el Estadio de la Cartuja. El zurdazo del canterano firma el triunfo contra Valencia 5 a 4 por penales y la consagración en la Copa del Rey. Después de 17 años, el equipo bético vuelve a obtener este torneo en España, algo que celebran los argentinos Guido Rodríguez y Germán Pezzella. Éxtasis en verde y blanco.
Entre ambos títulos hay dos décadas de diferencia. O una distancia de 9.656 kilómetros entre Buenos y Sevilla. Sin embargo, tienen un punto en común. Un entrenador. El chileno Manuel Pellegrini, el hombre que a los 68 años compite… y gana en la elite. A la edad en que otros técnicos eligen disfrutar su seguro de retiro, o ya no reciben propuestas para dirigir, el Ingeniero sigue a pleno. Inoxidable.
La fórmula de esta vigencia, explica Pellegrini, es no dejarse estar “ni física, ni intelectualmente”. “Para mí hay dos edades: la cronológica, desde el día que uno nació, y la biológica, que es aquella que marca cómo uno se mueve en el día a día. Siento el mismo nerviosismo y las mismas ganas que cuando partí en esta profesión”, sostiene el DT de Betis, después de haber dirigido 15 equipos, entre ellos Universidad Católica, Liga de Quito, River, Villarreal, Real Madrid y Manchester City.
Ya son 11 títulos en cinco países para Pellegrini. La Copa del Rey con Betis fue su primer éxito en España, donde también fue DT de Málaga. Y eso que su comienzo como técnico, allá por 1989, tuvo una escenografía traumática: fue el conductor del único descenso de la Universidad de Chile en su historia. “Es cierto que estoy iniciando mi carrera como entrenador y ser el principal responsable de un descenso histórico para el club es algo que me golpea, pero tengo la seguridad de que cuento con la fortaleza para salir adelante en esta profesión”, aseguró en ese momento. Y el tiempo le dio razón.
De aquellos días, Pellegrini recuerda haber sentido que necesitaba tres elementos: “Vocación, que la tenía; preparación, y me preparé mucho en ámbitos que consideraba débiles; y dedicación. Nadie puede tener éxito sin esos tres conceptos. Lo otro es tan mentira como lo de ‘no estudio y saco un 10’”. Así diagramó su trayectoria y la identidad que devuelven sus equipos. Una señal indeleble que destacan sus jugadores y grandes nombres del fútbol, como Arrigo Sacchi.
“El principal mérito de Manuel es que todos sus equipos tienen la misma forma de jugar. Una manera que potencia la vocación ofensiva a través del control de la pelota”, afirma el ex DT italiano, ganador de dos Champions League con Milan y subcampeón del mundo con la Azzurra, en el libro El método Pellegrini. Y al cabo, subraya sobre esa virtud del chileno: “Él ha logrado traspasar su filosofía de juega a todos los planteles que ha dirigido y esa capacidad no la tiene cualquiera. Más allá de las buenas campañas y los títulos que ha conseguido, para mí lo más destacable de su trayectoria es que sus equipos juegan con su sello”.
* Este artículo fue publicado originalmente en el extraordinario sitio «De Fútbol Somos«, espacio amigo y de referencia.