Siempre Inmenzo

Se despidió de River un ídolo con todas las letras y por eso quisimos revivir la historia de amor que tuvo Enzo Pérez con el club de Núñez.

Por Rodrigo Martínez

Tolo Gallego. Negro Astrada. Pelado Almeyda. El eterno capitán Leonardo Ponzio. River Plate históricamente se caracterizó por tener buenos mediocampistas centrales de cualquier tipo y esos nombres quedaron grabados para siempre en la historia millonaria. Sin embargo, este artículo está dedicado a un 5 especial, de esos que van más siempre más allá de lo que se les pide.

Enzo Nicolás Pérez dio sus primeros pasos en Deportivo Maipú para luego pasar al equipo más poderoso de Mendoza, Godoy Cruz. Hubo una tarde primaveral del 2006 donde viajó exclusivamente desde Mendoza junto a su familia para ver un Superclásico: “A la nochecita agarramos el auto con mi señora, mi cuñado y mi suegro y nos vinimos los cuatro a ver el River-Boca que terminó con el gol de taco de Higuaín”, recordó para La Nación.

Su salto al estrellato lo dio con la camiseta de Estudiantes. Allí durante el Torneo Apertura 2009 le convirtió un gol a Boca. Su festejo fue tan alocado frente a “La 12” que el líder de su equipo, Juan Sebastian Verón, tuvo que calmarlo. A partir de este momento muchos hinchas de River sabíamos que algún día llegaría a nuestras vidas, aunque tuvo que pasar mucho tiempo para poder verlo.

Mientras River tuvo que tocar fondo para luego llegar a lo más alto, él completó una carrera intachable: su gran nivel en Estudiantes le valió su primera convocatoria a la selección Argentina y le dio vidriera internacional para que el Benfica se haga de sus servicios. Allí se hizo ídolo. Luego le llegó la oportunidad del Valencia de España y la participación en el Mundial de Brasil 2014.

Amor para toda la vida 

“Es un sueño, tuve otras ofertas, pero siempre fue la prioridad” había declarado este maravilloso futbolista al llegar al club de sus amores. Partió hacia Europa siendo un mediocampista por derecha que cumplía la función del 8 clásico, pero en el Viejo Continente se fue adaptando de forma progresiva al rol de volante interior, de esos que juegan al lado del 5 aportando muchísimo fútbol y recuperación de la pelota.

Llegó a River con 31 años, carnet de crack, experiencia europea y de selección con técnicos de trascendencia. Sin embargo, todavía faltaba alguien fundamental para que este emblema siga aprendiendo: Marcelo Gallardo, el mejor entrenador en toda la historia del club. 

La primera temporada fue de adaptación, alternando entre titular y suplente. En un partido de Libertadores ante Jorge Wilstermann de Bolivia el segundo gol que marcó fue épico: recorrió la cancha de arco a arco esquivando a los jugadores del conjunto boliviano como si fueran conos.  

Ya en marzo del 2018 fue titular en una final de Supercopa donde River fue ampliamente superior a Boca. Ganó 2-0 y dio la casualidad de que se jugó en la tierra natal de Enzo, Mendoza.

La segunda final jugada contra Boca ese año quedó grabada en la retina de cualquier futbolero a nivel mundial. River ganó el partido más importante de su historia contra el eterno rival y este gran mediocampista tuvo un rol importante tanto en ese partido como en los anteriores de aquella edición de Copa Libertadores.

El River de Gallardo en modo copero

Los octavos de final se jugaron contra Racing, con un 0 a 0 trabado y disputado en Avellaneda, la revancha se jugó en el Monumental. Aquel partido usó por primera vez la camiseta “5” ya que Leonardo Ponzio había sido expulsado en el partido de ida. La realidad es que ningún riverplatense echó de menos al eterno capitán gracias al despliegue táctico, inteligente y guerrero que mostró Enzo.

También ese día es recordado por un recordado cruce que tuvo al final del partido con el ex Boca Ricardo Centurión. “Pisala ahora” fue lo que le dijo haciendo referencia a un comentario desafortunado que el rival había tenido con sus colegas argentinos durante el Mundial de Rusia 2018. Centurión enloqueció y ambos se fueron expulsados, lo que inhabilitó que jugara la llave de cuartos contra el otro grande de Avellaneda, Independiente.

Luego de esa difícil parada contra el equipo dirigido por Ariel Holan, tocó Gremio en semifinales. Enzo festejó de forma eufórica junto al Pity aquella clasificación en el último segundo como si fuera aquel chico de Mendoza que soñaba con vestir el manto sagrado de grande. Esa noche todo el pueblo riverplatense confirmó que uno de ellos los estaba representando en la cancha. 

Madrid, 9 de diciembre de 2018

La Final. El partido más importante en la historia de la Copa Libertadores, y también me animaría a decir que el más importante a nivel clubes en toda la historia del fútbol. La ida fue 2-2 en La Bombonera, pero para ese momento ya quedaba tan lejos…

Y es que la vuelta fue trasladada a Madrid para esa fecha que hoy es imposible olvidar. Enzo fue titular de principio a fin, pero el primer tiempo jugó de interior ya que el capitán Leonardo Ponzio volvía ser parte de la nómina titular. 

En la segunda parte todo cambió: Ponzio salió y él se acomodó nuevamente como 5 tal cual lo había hecho en el partido de ida. River empató y él luego participó del armado de la jugada en el gol más importante para la historia del Millonario con aquella zurda prestigiosa de Juan Fernando Quintero. 

En los últimos segundos todo se sentenció con aquella corrida del Pity Martinez donde las cámaras mostraron el grito de victoria al borde del llanto de aquel hombre que se hizo niño por un rato al igual que contra Gremio. Había cumplido el sueño de toda su vida, conquistar América con River ganándole ni más ni menos que a Boca. 

Aquella final fue también un punto de inflexión para el armado táctico de Marcelo Gallardo, ya que Enzo se hizo titular indiscutido. Mostró que verdaderamente tenía un reloj en su cabeza, miraba la cancha como ningún otro y además era un guerrero para recuperar.

Un antes y un después

Al año siguiente fue la columna vertebral de un River que supo jugar mejor incluso que el de 2018 y se convirtió en el mejor mediocampista central del fútbol argentino por escándalo. En estos tiempos se dice que lo que antes se le pedía al 10 hoy en día se le pide al 5, podríamos decir que Enzo es el ejemplo perfecto. 

Siguió cosechando títulos a mansalva durante los siguientes cuatro años, pero en medio de esta última parte de la historia hubo una noche dónde se transformó en ídolo eterno. El 19 de Mayo del 2021 River se encontraba con el plantel diezmado por bajas de Coronavirus.

River tenía solamente 11 jugadores a disposición sin margen de realizar cambios ni arqueros disponibles. Enzo Perez, iluminado por el espíritu de Amadeo Carrizo, decidió ponerse los guantes por única vez en su vida. 

El partido River lo ganó por 2-1 con un Julian Alvarez jugando por 4 compañeros y un manejo defensivo de equipo del conjunto millonario que será recordado por siempre. Los compañeros de Enzo dejaron la vida para que el rival Independiente de Santa Fe no patee al arco. 

Quien escribe este artículo llegó al mundo un 19 de mayo de 1993, así que con todo gusto puedo decir: gracias eternas, Enzo Perez por darme uno de los cumpleaños más felices que tuve en toda mi vida. 

Luego de algunas tensiones con el sucesor de Gallardo, Martín Demichelis, Enzo Pérez se despidió de nosotros como lo que fue, un verdadero campeón y ganador. En su último partido River se consagró contra Rosario Central y sumó otro título de este gran mediocampista con la banda roja. Si me preguntan qué tipo de hincha soy, la respuesta es muy fácil: soy hincha de River como Enzo Pérez.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *