Por Guido Antonelli (@Gantonelli1996)
Se cumplen cinco años del histórico triunfo ante Croacia en Zagreb, que le dio la tan ansiada Copa Davis a la Argentina. Después de tanta angustia, el título llegó en un año en el que jugó todas las series de visitante.
El deporte argentino saldó una cuenta pendiente aquel domingo 27 de noviembre de 2016. País de grandes tenistas, la Copa Davis siempre se le había hecho esquiva. Tras cuatro finales perdidas en 1981, 2006, 2008 y 2011, los capitaneados por Daniel Orsanic necesitaban ganar ambos puntos en la tercera jornada para que la historia no se repitiera.
El viernes Marin Cilic había superado en cinco sets a Federico Delbonis, mientras que Juan Martín del Potro había igualado tras ganarle en cuatro sets a Ivo Karlovic, quien había sido convocado por la lesión de Borna Coric a pesar de sus diferencias con los dirigentes. Sábado, acción de dobles. Quien ganara se colocaría a tiro de la Ensaladera. Cilic y el experimentado doblista Ivan Dodig vencieron a Leonardo Mayer y Delpo en sets corridos.
Peor era el panorama para el equipo argentino cuando Cilic se llevó los dos primeros parciales contra Delpo. El Arena Zagreb ya celebraba, pero el tandilense quebró el saque de su rival en el decimosegundo game del tercero para llevarse el set por 7-5. Juan Martín había demostrado en los Juegos Olímpicos -finalista-, US Open -cuartos de final- y en Glasgow -triunfazo ante Andy Murray en el primer punto de la semi- que jamás se da por vencido. El cuarto set también quedó de su lado y, a diferencia de dos horas antes, en el estadio se notaba el nerviosismo de los espectadores locales. El semblante del jugador croata era otro y Delpo obtuvo una victoria épica por 6-7 (4), 2-6, 7-5, 6-4 y 6-3 ante la mirada de Diego Armando Maradona, siempre presente en los eventos deportivos de Argentina, y de otros 4500 argentinos.
Igualados en puntos, la esperanza argentina estaba puesta en Delbonis. En el primer día de acción, Fede había jugado un gran partido, llevándose dos sets frente al balcánico. Además, en julio había sido la figura del equipo con dos triunfos en la serie de cuartos ante Italia. Del otro lado estaba Karlovic, quien en pocos días había pasado de no formar parte del equipo a jugar un encuentro que definiría la historia.
Delbo hizo un partido perfecto, en el que no cedió nunca su servicio y le sacó cuatro juegos de saque a uno de los especialistas en esa función. El contundente 6-3, 6-4 y 6-2 por parte del zurdo de Azul fue un acto de justicia deportiva para un seleccionado siempre protagonista en el Grupo Mundial en los últimos veinte años pero que se había tenido que aguantar múltiples derrotas dolorosas.
Al haber sido visitante en todas las series y al tener un equipo más terrenal (más allá de Del Potro) que en años anteriores, nadie imaginaba cuando empezó la Copa Davis que Argentina levantaría la Ensaladera en noviembre. El camino comenzó en la fría Gdansk ante Polonia, con Guido Pella, Leo Mayer, Carlos Berlocq y el debutante Renzo Olivo. En el triunfo albiceleste por 3-2, se dio a conocer en el equipo europeo un joven Hubert Hurkacz, actual integrante del top-10 que disputó las ATP Finals hace dos semanas en Turín.
Los cuartos de final se disputaron en el polvo de ladrillo de Pesaro, Italia. Solo Pella repetía con la ronda anterior. Federico Delbonis (ganó el primer y el decisivo punto), Juan Mónaco y Juan Martín del Potro se sumaron a la convocatoria. La Torre de Tandil solo jugó el dobles junto a Pella, consiguiendo una victoria en cinco parciales que inclinó la balanza para Argentina.
Andy Murray -terminó el año como número 1 del mundo- nunca había perdido jugando como local por Copa Davis y en septiembre Argentina llegó de punto a Glasgow para enfrentar a Gran Bretaña en semifinales. En el primer punto, JMDP venció a Murray por 6-4, 5-7, 6-7 (5), 6-3 y 6-4 para llenar de confianza al equipo. Pella amplió el marcador un par de horas más tarde tras vencer a Kyle Edmund en cuatro mangas. Los hermanos Murray descontarían en el dobles ante Delpo y Mayer y sería Andy ante Pella quien pondría la serie igualada ante Pella el domingo a la mañana.
Las redes sociales se llenaron de debates sobre cuán necesario había sido que Delpo jugara un dobles que ya se sabía muy complicado cuando la lógica indicaba que era él quien debía jugar el quinto punto. Leo Mayer no llegaba en un buen momento de su carrera, pero Orsanic le dio la confianza para enfrentar a Daniel Evans. El británico quebró rápido el saque del correntino y ganó el primer set por 6-4. Sin embargo, con el correr de los juegos Mayer había mostrado una mejoría. Mejoría que llegó al resultado en los tres siguientes sets con un notable 6-3, 6-2 y 6-4. Así, Argentina se sacó de encima al campeón defensor para clasificar a la final por quinta vez en su historia.
Daniel Orsanic fue un gran capitán que logró armar un equipo por encima de los nombres, sabiendo que Del Potro era la figura rutilante. Todos los jugadores que fueron convocados aportaron desde su lugar y los cuatro convocados a la final obtuvieron grandes triunfos durante la Copa. Teniendo en cuenta los cambios que llegaron a la Davis en 2019, este logro argentino que coronó un gran año tenístico se puede decir que llegó en el momento justo.
