A pesar de que la FIFA supervisa el fútbol por todo el mundo, hay una próspera escena internacional fuera de sus auspicios, consistente en torneos y partidos entre regiones que tienen poco o ningún reconocimiento internacional. Es un tema complejo, ya que las mismas buscan la autodeterminación y ser aceptadas por otros países o, en otros casos, usar esta ventana para visibilizar su lucha por una determinada causa.
Ahí es donde hace hace acto de presencia la Confederación de Asociaciones de Fútbol Independientes, o CONIFA, para abreviar. Esta fue fundada en 2013 en Suecia, tras los problemas económicos padecidos por su antecesor (NF-Board). Para aspirar a ser aceptado como miembro deben cumplir una serie de requisitos (10), por lo que podemos ver en la organización a Estados soberanos (caso curioso el de Kiribati, asociado a OFC, pero que no pertenece a FIFA), minorías, apátridas y Regiones Autónomas.
Establecidas como especie de ‘sala de espera’ para selecciones interesadas en pertenecer a FIFA, al año siguiente ya pudieron llevar a cabo su primera Copa Mundial, organizada por Sápmi (Laponia), que en realidad se celebró en el Jämtkraft Arena de Östersund, Suecia. Este torneo, que ganó Condado de Niza, fue el primero de las tres ediciones de la Copa que se han podido disputar. Las otras fueron en 2016 en Abjasia (triunfo del local) y 2018 en Londres (victoria de Kárpatalya). Esta organización y este tipo de movimientos reivindicativos no generan siempre la mayor de las simpatías, por lo que nos toca mencionar a Kárpatalya. Este equipo representa a la minoría húngara de la región ucraniana de la Rutenia Subcárpatica, que tras su logro tuvo problemas para retomar sus actividades deportivas en Ucrania, mientras que a los ciudadanos húngaros del equipo no se les permitió la entrada al país.
«Hablamos del sentimiento de una nación que nunca ha sido o será reconocida, instantánea de una imagen en constante cambio, un momento arbitrario en la historia. CONIFA da voz a aquellos pueblos que cayeron en el lado equivocado de la narrativa a medida que el mundo se iba reorganizando gradualmente. Si bien rara vez alguien ha oído hablar de Matabelelandia o de la minoría coreana en Japón, cientos de miles de seguidores de CONIFA en todo el mundo ahora conocen no solo su equipo de fútbol, sino también su historia. Eso, en sí mismo, es hermoso y un gran logro de nosotros, uno del que estamos increíblemente orgullosos», declaraba Sascha Düerkop, entonces Secretario General de la organización, en una entrevista para The Line Breaker hace unos años.
Si mencionamos la presencia sudamericana en ConIFA, se marca un antes y después con la entrada de Rapa Nui y Pueblo Mapuche, que ya tenían roce internacional, siendo parte de diversos torneos en la región y que integraban una especie de Conmebol alterna, la actualmente denominada COSANFF. Toda esta escena llamó la atención de ConIFA, que impulsó para este 2022 su propia Copa América, a celebrarse en Buenos Aires (Argentina) a mediados de año. Tres equipos ya aseguraron su participación: Región del Maule (Chile), Comunidad Armenia en Argentina, y Estado Federal de São Paulo (Brasil). Posiblemente también se incorporen Cascadia, ANBM (México) y Cuscatlán (El Salvador). «Tenemos que empezar a generar algo importante en América Latina que pueda beneficiar a la identidad de CONIFA, que es atender a las minorías, a las regiones donde la gente sigue preservando su culturas», comentaba en su momento Diego Bartolotta, máximo representante de ConIFA en el continente americano.
Y no solo la Copa América tendrá su aparición este año. La idea del organismo es establecer campeonatos para cada confederación: la Copa África, cuya sede será Zanzíbar, y la Copa de Oceanía, a semejanza de la Copa Europea que ya tiene varias ediciones disputadas (2015, 2017 y 2019). También se verá el debut del Mundial femenino, a celebrarse en País Sículo. Todo esto con la idea de impulsar una organización que ha visto como la pandemia y diversos problemas internos la han caracterizado los últimos años, viéndose obligados a cancelar sus últimos campeonatos. Recordar el desarrollo que ha tenido el fútbol fuera de FIFA, tomando en cuenta que cuando todo comenzó había pocos equipos activos, casi exclusivamente en Europa Occidental, y basados en la representación regional. Un aumento en la atención de los medios ayudó a impulsar este crecimiento de manera constante.
Muchos de los equipos, vistos individualmente, han aumentado notablemente sus estructuras, su gobierno y su visibilidad, lo que también genera críticas de parte de un sector que los acusa de favorecer ciertos intereses geopolíticos. Todo esto hizo que en 2020 surgiera WUFA (World Unity Football Alliance), una organización con mucha similitud con ConIFA y que ya superó las dos decenas de miembros, organizando al año siguiente su primera competencia, la World Series de Surrey, y que ganó Islas Chagos. Recordar que, administrativamente, Islas Chagos forma parte del Territorio Británico del Océano Índico, pero se encuentra reclamado por Mauricio, el cual cuenta con respaldo internacional mayoritario.
Esto deja en claro que el balompié se juega no sólo con los pies, sino también con el corazón. Y eso es lo que lleva a estos equipos a querer contar su historia, muchas veces llena de sangre y tragedia, a través de este deporte. Y eso es lo que importa.
Me gustaría saber más sobre esta organización. Donde se jugará esta Copa para poder ir a ver los juegos. Desde ya muchas gracias