Por Nico Romero (@Nicooromero10)
Los argentinos se acostumbraron a un alto nivel de rendimiento y éxito con estos jugadores y este cuerpo técnico. Dejan siempre la vara muy alta sin contemplar contextos, lo que genera grandes expectativas para esta Copa América.
Sin embargo, a pesar de los recientes logros y de ese nivel superlativo, el seleccionado mantiene su cultura, su naturaleza y su idea para poder desplegar la mayor destreza posible dentro del campo de juego hasta tal punto de provocar mucha identificación en los hinchas, algo que hace años no se veía.
Argentina viene de jugar pocos partidos competitivos con rivales del calibre deseado. Esto es un punto bajo para la selección de cara a especular cuál es el nivel actual del seleccionado, ya que a muchos de esos amistosos no se los toma tan en serio. No obstante, los citados dejaron mucho que hablar, especialmente por la inclusión de ciertas figuras que no parecían entrar y terminaron entrando en la lista de 26 convocados.
Dentro de ella hay jugadores que están cerca del retiro en el seleccionado, que bajaron su rendimiento o mismo futbolistas que no son necesarios para el sistema. Entre esos nombres se encuentran Germán Pezzella, Guido Rodríguez, Martínez Quarta y Armani. Aunque la experiencia es valiosa y el mantener unido al grupo es esencial, hay jóvenes que podrían aportar cierta frescura, talento, creatividad, inventiva y juego.
La convocatoria de Martínez Quarta es, cuanto menos, extraña. Jugadores como Senesi, Nehuén Pérez, Facundo Medina o Balerdi han mostrado un nivel superior en sus clubes y podrían haber sido mejores opciones para fortalecer la defensa, además de evidenciar que cuando tuvieron la chance de entrar supieron hacer un gran partido pese a tener pocos minutos.
Con respecto a Barco, su exclusión de la Copa América (aunque comprensible por su probable participación en los Juegos Olímpicos) deja una sensación de oportunidad perdida tras ser un mediocampista vital en tres cuartos de cancha para gestar juego en Boca. Incluso en Brighton ya tuvo minutos a pesar de las lógicas dificultades para adaptarse.
Pensando en los JJOO, para Javier Mascherano Barco es una pieza clave, aunque lo ubique en el lateral izquierdo donde su grandísimo fútbol queda restringido. Pero ese rol vital en el sub 23 (sumado al riesgo de perderlo para la competencia olímpica si el Brighton no lo cediera) no parece suficiente argumento para apoyar su exclusión. «El Colo» es un jugador cuyo talento podría haber brillado en la Copa América desde el banco.
Imaginemos al ex Boca entrando en algún segundo tiempo listo para desatar su magia en el momento preciso. Su capacidad para desempeñarse como lateral y como un mediocampista creativo le confiere una versatilidad invaluable, cosa que además Scaloni parecía estar buscando.
En el escenario ideal, Barco, potenciándose por figuras como Enzo, De Paul, Mac Allister y Messi, podría tejer un juego gravitatorio a través de pases cortos, desmarques ingeniosos y una intuición natural que solo los grandes poseen. En esa sinfonía de talentos, Barco sería otro virtuoso, contribuyendo a un juego más fluido.
Su presencia en el campo podría ser la chispa que encienda la creatividad del equipo, transformando cada toque de balón en poesía en movimiento. Así, el juego argentino resaltaría aún más como una danza elegante y letal, con Barco como el complemento perfecto.
Aunque Argentina tiene un buen nivel, los amistosos no son una vara adecuada para analizar completamente su rendimiento tras haber enfrentado a rivales, exceptuando a Ecuador, que fueron muy flojos.
En cuanto a lo táctico, la idea de incluir a Garnacho no parece tan importante a día de hoy tras estar Di María y Nico González a la cabeza de ese puesto, además de un gran tema cultural de cómo juega en comparación con la identidad del juego de Argentina. No está claro si el equipo necesita ese tipo de extremo, ya que su estilo puede no encajar perfectamente con la identidad tradicional del juego argentino, “La Nuestra”.
Esto plantea la pregunta de si es mejor mantener un enfoque más conservador o introducir variantes tácticas para que se adapte mejor el jugador del United. También se nota cierta falta de sintonía en la inclusión de Nico en el once ideal, siendo poco efectivo y asociativo comparado al resto por un tema de características.
Aun así, contribuye mucho desde lo táctico en las presiones altas, en lo defensivo, en lo físico y a su manera, un poco criticada, en lo ofensivo. Viendo un extremo clásico como Nico podemos notar que no entona del todo con el juego que quiere seguir promoviendo el seleccionado. Distinto es el caso de Di María que tiene un talento único y que no se aferra a estar sobre la línea, ya que en varios aspectos sabe asociarse con el resto y mejorar a través de allí. Entonces, por perfil, es difícil saber cuánto podría potenciarse Alejandro Garnacho de nuestro tipo de fútbol y cultura.
En contraste, Lautaro Martínez ha mostrado un gran nivel sobre Julián Álvarez, principalmente porque es un ‘9’ que sale a pivotear y entiende cómo jugar con los demás. Su capacidad para jugar de espaldas al arco y asociarse con sus compañeros lo convierte en una pieza clave en el esquema ofensivo del equipo.
Pese a ello, hay muchas variantes tácticas que pueden dejarlo afuera del once, como la inclusión de cuatro mediocampistas (Paredes/Enzo/Maca/De Paul/Lo Celso) donde la posesión rige a favor de la Selección sea cual sea el rival que tenga en frente. Es una cuestión de calidad técnica, táctica y talento, ya que a todos ellos se les suman las intervenciones de Messi.
La inclusión de Lautaro también puede peligrar por las características que tiene Julián. En especial a la hora de presionar y en el cambio de ritmo que puede ofrecer desde su rol y lugar, que Martínez no puede generar por ser otro tipo de talento.
Otro jugador inquietante que está ausente es Dybala. que es un tema que no debe pasarse por alto. Es raro que no haya sido convocado considerando su calidad y capacidad para cambiar el curso de un partido, lo cual lo convierte en una pieza valiosa especialmente evaluando la edad de Messi y el riesgo de posibles lesiones.
La falta de un jugador como él en el banco es grave y preocupante. Incluso para probarlos a los dos juntos, ya que no se ha experimentado mucho con esta combinación y podría haber sido una opción interesante para desatascar partidos complicados.
Argentina tiene un nivel muy alto y un plantel talentoso, pero es fundamental no subestimar los desafíos que vienen. La selección debe mantener la humildad y seguir trabajando en las áreas de mejora, aprovechando al máximo el talento disponible. Las decisiones en cuanto a convocatorias y tácticas deben ser evaluadas con cuidado para asegurar que el equipo esté en la mejor posición posible para competir y ganar la Copa América.
La identidad no se negocia.

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