Por Sebastián Chittadini (@SebaChittadini)
Para LeBron James, lo que hace fuera de la cancha significa más que lo que hace con una pelota. Sabe que el juego evoluciona y eventualmente el paso del tiempo traerá nuevos cracks, pero su rol político y social será el que mejor resista el paso del tiempo. Todo en LeBron da la sensación de que es un hombre preocupado por dejar un legado, que carga con una mochila autoimpuesta que a la vez le sirve de motivación. Se ha hablado bastante de su activismo, pero el campeonato logrado en 2020 también vuelve a poner la discusión sobre qué legado deportivo dejará el día en que decida retirarse.
En medio de la pandemia y la burbuja de la NBA, le mandó una señal al mundo también en términos deportivos. Promedios de 29.8 puntos, 11.8 rebotes y 8.5 asistencias, con 59.1% de aciertos en tiros de campo y 41.7% de tres puntos en los seis partidos de las Finales contra Miami parecen ser un golpe en la mesa lo suficientemente grande para un jugador de 35 años, volviendo a colocar el debate acerca de quién es el mejor jugador de la historia. Michael Jordan es el favorito entre fans, expertos y ex jugadores; Kareem Abdul-Jabbar será eternamente menospreciado, pero a la vez reconocido por su enorme carrera. Y después está LeBron, instalando su nombre en una mesa de tres con el cuarto campeonato de su carrera y un legado que todavía se está escribiendo. Quien se ha definido a sí mismo como “solo un chico de Akron”, ha logrado mucho en los 17 años de carrera que lleva en la NBA. Con un contrato recientemente renovado hasta 2023 y a punto de cumplir 36 años, ¿dónde está parado en los libros de historia?
Robert Parish es el líder histórico en partidos jugados, con 1611. LeBron ocupa el lugar 31 en esa lista, con 1265. Tendría que jugar cinco temporadas completas (algo que solo logró una vez en su carrera) para pasarlo. En la carrera por convertirse en el máximo anotador histórico, los 38.387 puntos de Kareem Abdul-Jabbar ya no parecen tan inalcanzables. LeBron empezará la temporada 2020/21 con 34.241, tercero de todos los tiempos. Si continuara jugando a este nivel, podría alcanzar a Kareem en dos o tres temporadas. Jugando al lado de Anthony Davis, todavía puede promediar 25 puntos por partido, como demostró en la reciente temporada. En asistencias y robos (hoy 8º y 13º respectivamente), LeBron podría quedar tranquilamente en el Top 5 en las próximas dos temporadas, e incluso quedar en el Top 3 si sigue jugando más allá de 2023. En términos de Playoffs, James es el líder de todos los tiempos en puntos (7.491) y robos (945), sexto en rebotes (2.348) y segundo en asistencias (1.841). También puede aspirar a terminar su carrera como el jugador con más presencias en el All Star Game. Tiene 15, a cuatro del líder (Kareem Abdul-Jabbar, con 19).
Otro de sus desvelos es el de demostrar su vigencia en cada oportunidad que se le presenta. Por eso, es un especial motivo de orgullo para él el de ser el único jugador en la historia de la NBA en haber ganado títulos con tres equipos diferentes siendo MVP de las Finales. La temporada 2019/20 fue también la que lo vio convertirse en el jugador con más presencias en el equipo ideal de la temporada (13), con promedios de 25.3 puntos, 7.8 rebotes y liderando la liga en asistencias por primera vez en su carrera con 10.2 por partido. ¿Más hitos para el legado? Es, con este título de máximo asistidor, el sexto jugador en liderar alguna vez la liga en puntos y asistencias. Por si fuera poco, es el único jugador en la historia con más de 9.000 puntos, 9.000 rebotes y 9.000 asistencias.
Definir el lugar de LeBron James en la historia es absurdo, más cuando su carrera parece lejos de terminarse. Por ahora; tiene más victorias en Playoffs que siete equipos de la NBA y jugó más finales que cualquier otro equipo no llamado Los Angeles Lakers, Boston Celtics o Golden State Warriors. Será considerado como uno de los mejores de siempre, posiblemente se irá del juego como el máximo anotador de todos los tiempos y con varios logros más. Mientras tanto, el mundo se hace un montón de preguntas sobre el futuro: ¿ganará más títulos? ¿llegara a jugar con su hijo? ¿cuántas temporadas más jugará? ¿terminará su carrera jugando en los Lakers? ¿retirarán su camiseta en Los Angeles? ¿superará a Michael Jordan?
LeBron no puede responder esas preguntas por ahora, pero sigue decidido a demostrar que le queda mucho combustible en el tanque. El libro sigue teniendo páginas en blanco y un autor con ganas de seguir escribiendo, una superstrella obsesionada con dejar un legado. El desafío inmediato es el de seguir ganando con los Lakers, que arrancan la temporada como los máximos favoritos con un equipo aún más reforzado que el que ganó el anillo hace unos meses. LeBron comenzará su temporada número 18 con 36 años y sin demostrar señales de declive, otro motivo de orgullo para su legado de grandeza. Nadie dominó durante dos décadas completas, y el chico de Akron está cerca de ser el primero.
Muy buena Seba.