Por Patricio Blanco (@blancopatricioe)
Nacida en Osaka (Japón) el 16 de octubre de 1997, Naomi Osaka es una tenista que da que hablar desde su debut en el circuito con apenas 16 años cuando venció a Samantha Stosur, campeona del Abierto de EE.UU. en 2011, por el Bank Of The West Classic 2014.
A los tres años, se fue a vivir a Estados Unidos junto a su madre japonesa y su padre haitiano. Él fue con quien le inculcó la pasión por el tenis y le enseño a jugar este deporte.
En la cancha, juega bien desde la línea de fondo que se destaca por su derecha y su servicio que en algún momento, ha registrado una velocidad de 200 kilómetros por hora, convirtiéndola en una de las diez sacadoras más veloces de la historia de la WTA. Aparte de los tiros ganadores que puede lograr con este poder, la japonesa se distingue por ganar puntos largos.
Sus logros en el tenis
La japonesa logró ganar todas las finales que disputó salvo la del Masters de Cincinnati la cual se tuvo que bajar por lesión.
Entre sus palmares, encontramos un Premier Mandatory de Indian Wells en 2018 y tres Grand Slam: dos US Open (2018 y 2020) y un Abierto de Australia (2019). Además de estos títulos, también logró ganar el Toray Pan Pacific Open 2019 disputado en Osaka y el China Open 2019 que se jugó en Pekín (China).
¿Cómo le fue en el 2020?
En este año tan atípico tanto para el mundo como para los deportes, Naomi Osaka solamente disputó cuatro torneos de los pocos que se jugaron. A pesar de que arrancó con un buen nivel, las lesiones y el parate le hicieron dejar la raqueta de lado y, por suerte, esto le jugó a favor ya que, tras el regreso al circuito, consiguió buenos resultados.
El primer torneo que jugó fue el Brisbane International que se disputó sobre cancha dura al aire libre a principios de enero. En esta ocasión, llegó hasta semifinales donde cayó ante la checa Karolina Pliskova, quien terminaría quedándose con el trofeo. A pesar de esto, en el camino logró derrotar a jugadoras como Sofia Kenin en octavos de final y Kiki Bertens en cuartos de final.
La siguiente parada fue el Australian Open donde no tuvo una buena actuación ya que solamente llegó hasta la tercera ronda donde quedó eliminada tras caer 6-3 y 6-4 ante la estadounidense Cori Gauff. Luego de eso, llegó la pausa en este año para ella debido a la pandemia producto del Coronavirus.
Luego de ocho meses y cinco días, volvió a disputar un torneo y fue el Masters de Cincinnati. Durante el desarrollo del mismo, derrotó a Karolina Muchova en la ronda de 32avos, a Dayana Yastremska en octavos de final, a Anett Kontaveit en cuartos y a Elise Mertens en las semifinales. Así, llegó a la final ante Victoria Azarenka la cual no pudo disputar por una lesión en el tendón de la corva. De esta manera, el título se quedó en manos de la bielorrusa.
Su última participación en este año fue en el US Open donde se quedó con el trofeo. En primera ronda, le ganó 6-2, 5-7 y 6-2 a Misaki Doi. En la siguiente fase, limpió a la italiana Camila Giorgi por 6-1 y 6-2. En la tercera ronda, logró ganarle 6-3, 7-6 (4) y 6-2 a Marta Kostiuk. Ya en octavos, derrotó 6-3 y 6-4 a Anett Kontaveit. En los cuartos de final, venció 6-3 y 6-4 a Shelby Rogers mientras que en semifinales, hizo lo mismo ante Jennifer Brady por 7-6 (1), 3-6 y 6-3. En el partido definitivo, comenzó perdiendo el primer set ante la bielorrusa Victoria Azarenka pero logró reponerse para quedarse con su único título del año.
Con esta conquista, la nipona cerró su año en la competencia ya que decidió no participar en Roland Garros, tercer torneo de Gran Slam del 2020, debido a problemas físicos que arrastraba en una de sus piernas y al no poder prepararse correctamente para jugar en polvo de ladrillo por el corto lapso de tiempo que hubo en el calendario de este año entre el US Open y el torneo de París.
Su lucha social contra el racismo
Además de ser presente y futuro en el tenis, la nipona es una ferviente luchadora social que se manifiesta en contra del racismo y de la violencia policial en Estados Unidos: en el Masters de Cincinnati, hizo que las semifinales se postergarán para el día siguiente en protesta por el ataque policial al afroestadounidense Jacob Blake mientras que en el US Open, en cada uno de los partidos, apareció con un tapaboca distinto con el nombre de víctimas de la violencia. Los siete nombres que figuraron fueron Breonna Taylor, Elijah McClain, George Floyd, Ahmaud Arbery, Trayvon Martin, Philando y Castile Tamir Rice.
La permanencia en el Top Ten durante el año
La tenista japonesa supo llegar al primer puesto del ranking mundial de la WTA en 2019 tras ganar el Australian Open, el segundo título de su carrera. Con ese logro, se convirtió en la jugadora Nº 26 en ser número 1 de la historia, primera japonesa en lograrlo, así como también, la primera asiática en conseguirlo.
En este año raro tanto para el tenis como para ella que solamente disputó cuatro torneos, arrancó décima en el escalafón mundial. Gracias a sus buenos desempeños en los dos primeros torneos que disputó antes del parate, subió una posición.
Cuando volvió al circuito, tuvo grandes actuaciones tanto en Cincinnati como en el US Open donde se terminó quedando con el título por lo que escaló seis puestos en el ranking para finalizar el año como número tres del mundo.
Su propia marca de ropa
Como broche de oro de este año, Osaka cerró un acuerdo con Nike para lanzar su propia indumentaria personalizada. El nombre que utilizarán para la misma será el de la tenista aunque en el logo se destacarán sus iniciales “NA”. A través de los diferentes diseños, se buscará transmitir los valores y orígenes de la nipona que pelea día a día por una mejor sociedad.
Con este anuncio, confirma que también se destaca en lo comercial siendo, nada más ni nada menos, que la atleta mejor paga del mundo.
Porque además de ser presente con 23 años, la nipona es una tenista que va a seguir dando que hablar en los años que se vienen tanto en su desempeño dentro del deporte como en su activismo contra el racismo. Por todo lo dicho, es que en La Pelota Siempre al Diez elegimos a Naomi Osaka como una de las 20 mejores deportistas de este 2020. La pelota siempre a la raqueta de Osaka que ocurrirán más milagros.
