¿Quién no escuchó nombrarlo? Nació en Las Rosas un 29 de enero de 1982 uno de los futbolistas más queridos del país, capitán, líder, ejemplo – si me lo permiten – y un referente indiscutible a la hora de pensar en una persona que sea capaz de transmitir valores no únicamente a través de las palabras sino ante todo de las acciones. Uno de esos jugadores que creció, supo estar en las malas como así también en las buenas y su sentido de pertenencia es indiscutible, a partir de un profundo amor hacia el club de Núñez. Ese capitán que todo equipo desea tener, el tuyo, el mío, cualquier equipo que piense que los valores son la base de todo.
Surgió futbolísticamente en Newell’s Old Boys de Rosario, allí disputó 90 partidos entre los años 2000 y 2004. Luego pasó al Real Zaragoza donde jugó desde 2004 hasta 2006 logrando dos títulos: la Copa del Rey y la Supercopa de España. En su segundo ciclo jugó desde 2008 hasta 2011 y logró el ascenso a la Primera División en la temporada 2008-09. Es el segundo jugador extranjero con más partidos disputados en el club Maño detrás del uruguayo Poyet.
En River jugó en 2 etapas, la primera entre 2007 y 2008 antes de volver a Zaragoza y la segunda desde 2012 hasta su despedida a fines del año pasado. En el club de Núñez consiguió nada más ni nada menos 17 títulos oficiales; diez a nivel nacional (tres torneos locales, tres Copa Argentina, dos Supercopa Argentina, una Copa Campeonato y un Trofeo de Campeones) y siete a nivel internacional (dos Copa Libertadores, una Copa Sudamericana, tres Recopas Sudamericanas y una Copa Suruga Bank) para ser el que mayor cantidad logró en la institución millonaria, por encima de una leyenda como Ángel Labruna. Su lugar en la historia del Millo es gigante y generación tras generación se va a seguir hablando de él, no lo dudo.
Con la Selección Argentina tuvo una historia de idas y vueltas. Jugó entre 2003 y 2007 y luego en 2013. A nivel juvenil se dio lo más destacado siendo campeón del Mundial Sub 20 de 2001 disputado en nuestro país.
Más allá de los números que pueden llegar a describir su exitosa carrera y todo lo que vivió, hablamos de un ídolo terrenal, de esos que sentís cerca, aunque estés sentado a metros de la cancha y sientas que no nota tu euforia de hincha coreando su nombre, pero de golpe, levanta su mirada hacia la tribuna, sonríe tímidamente y saluda tocándose el corazón.
Ídolo terrenal cuyas opiniones siempre son medidas, objetivas y te llevan a la reflexión. Ídolo terrenal que no necesita subirse a ningún pedestal o declarar qué significa para él River ni sacar chapa de todo lo que logró, porque lo mejor que le sale es ser buena persona, referente, líder democrático y saber cuándo hablar, pero también cuando callar, que es lo más importante. Sinónimo de respeto absoluto, de pasión, pero no irracional, y de perseverancia, ¿quién no quisiera tenerlo en su equipo? Sí, te lo pregunto y me lo pregunto otra vez porque es una necesidad y un deseo a la vez, que nunca se vaya del fútbol argentino que tanto necesita de estos referentes positivos que miran todo de una manera sana y la rivalidad queda en segundo plano. Ponzio es más que un ex jugador de River Plate, Ponzio es el que hizo una promesa y hoy la está cumpliendo.
El regreso al primer amor
El sentido de pertenencia es lo que nos liga a determinada institución o proyecto, creemos en eso y apostamos todo por eso porque sentimos que una parte nuestra está depositada ahí, y vayas donde te vayas, vas a volver. No fue una cuestión de necesidad o de obligación, Leo amó, ama y amará al club que lo vio nacer y no quiere dejar de ser parte de ese proyecto, de ese sueño colectivo. Actualmente lo vamos a ver con los botines bajo su brazo, yendo a entrenar por la tarde a otro club lejos de Núñez, volvió a su casa, a su primer amor y sin dejar de ser él.
Tras haber ganado el torneo local en River y haberse despedido en medio de lágrimas y un sinfín de emociones, Leonardo Ponzio finalmente no dejará el fútbol ya que jugará en Williams Kemmis.
«Viene a cumplirse y cumplirnos el sueño de verlo jugar en el club que lo vio nacer», escribió el equipo de Las Rosas, Santa Fe que tendrá al gran ídolo millonario entre sus filas.
Williams Kemmis es de Las Rosas, la ciudad donde Ponzio nació y se crió, allí dio sus primeros pasos y luego pasó a las Inferiores de Newell’s. Es un club histórico de Las Rosas, Santa Fe. Tiene 90 años de vida, sus colores son el verde y el negro y sus máximos rivales son Almafuerte y Belgrano, de la misma ciudad.
Por un instante imagínate a esos pibes escuchándolo, viéndolo llegar puntual a entrenar, con tantas ganas e ideas como el primer día, pero con más sabiduría, yendo todos por un sueño, buscando algo más que ganar, COMPARTIR UNA MISMA PASIÓN, y sin dudas, nuestro eterno capitán es un experto en eso.
Hoy cumple 40 años Ponzio, el de la cinta de capitán, el que volvió en las peores y se fue por la puerta grande, al que no le pesó nunca el manto sagrado y siempre recordaremos con esa banda roja que cruza el corazón.
¡Gracias por dejarnos disfrutarte y seguir aprendiendo de vos y con vos, eterno capitán!