El Mozart de la pértiga: Mondo Duplantis

Por Coco Bedriñán (@ebedrinan)

Si Sergei Bubka hizo conocido mundialmente al salto con pértiga, si Yelena Isinbayeva popularizó con su talento y belleza a la especialidad, Armand Duplantis se encargó este año de llevar ese deporte a un nuevo nivel. A pesar de la pandemia, de la cancelación de los Juegos Olímpicos y de varios torneos internacionales más, el sueco tuvo un 2020 de ensueño donde batió todos los récords habidos y por haber, ganó todas las competiciones en que participó y se le vislumbra un futuro más que prometedor en la disciplina.

Antes de que el mundo se parara, Duplantis destrozó todas las marcas existentes en ese deporte. La primera de ellas sucedió el 8 de febrero en Torun, Polonia, cuando bajo techo logró batir el record de su amigo y rival, el francés Renaud Lavillenie, al saltar 6,17 metros, superándolo en un centímetro. Por si fuera poco, y demostrando que su estado de forma era óptimo, apenas una semana después mejoró su marca saltando a 6,18 en Glasgow, Escocia.

Si bien la World Athletics (el ente que regula a todo el atletismo mundial) no reconoce al salto con pértiga interior o exterior como pruebas separadas desde el año 2000, la incidencia del viento juega un factor preponderante en la disciplina. La mejor marca al aire libre la tenía inicialmente el mítico ucraniano Sergei Bubka, quien entre enero de 1984 y febrero de 1993 mejoró  sus propios registros 35 veces (17 al aire libre y 18 bajo techo) y elevó el listón desde los 5,81 a los 6,14 metros. Recién en febrero de 2014 pudo ser batido ese récord por Lavillenie, quien en Donetsk, Ucrania (el feudo de Bubka) logró saltar a 6,16. Claro que el reinado del francés no duró tanto como el del ucraniano, pues Duplantis se encargó de superarlos a todos, con apenas 21 años de edad.

Los 6,15 fueron muy importantes para mí, así que estoy feliz de superarlos. Hubo una especie de confusión entre el récord de interior y exterior, está como fusionado. Ya tenía el récord mundial pero quería aclararlo todo y ser el mejor al aire libre” declaró Duplantis luego de la Diamond League en Roma, el 17 de septiembre.

Duplantis nació en Lafayette, una ciudad ubicada en Louisiana, Estados Unidos, el 10 de noviembre de 1999 y fue entrenado desde los  4 años por su padre Greg, un ex garrochista cuyo mejor registro ha sido 5,80 metros. Su madre Helena, heptatleta en su juventud y quien se encarga de la preparación física de su hijo, es sueca y es esa la bandera bajo la que compite Duplantis. Cuando era apenas un chico, los padres le acondicionaron el jardín para que Mondo (tal su apodo) jugara y fuera conociendo el mundo de la garrocha. Tanto fue así que no solo él adoptó al deporte sino también su hermano mayor, Andreas, que representó a Suecia en el mundial junior de 2009.

Poseedor de diversos récords juveniles, Duplantis ya llamaba la atención desde pequeño. Con solo 18 años, ya saltaba cómodamente por arriba del 5,90 y llamaba la atención de todos los especialistas. El propio Bubka declaró que “la primera vez que lo vi fue en unos mundiales junior. Cuando pasó de seis metros con esa edad me pareció extraordinario. No me ha sorprendido lo que ha hecho, porque su progresión fue impresionante desde el principio. Pasar de seis metros tan joven indicaba ya que estábamos ante alguien único. No sé dónde está el límite de Duplantis, no soy un mago, pero el límite humano con la pértiga aún está muy lejos. Y Duplantis claramente puede saltar más.”

De no haber mediado una pandemia, los Juegos Olímpicos de Tokio se tendrían que haber realizado este año y resulta tentadora la idea contrafáctica de imaginar a Duplantis con la medalla de oro colgando de su cuello. Pero lo cierto es que, a pesar de las ventajas que le otorga ser un atleta de elite, Mondosufrió durante los meses de confinamiento. Su padre y entrenador cuenta que “Si no hubiéramos tenido esta situación del Covid, hubiera sido muy difícil batirlo en los Juegos.” Y agrega que durante los primeros meses del parate “todas las instalaciones en Lafayette, la LSU, la universidad donde entrena, cerraron y no nos quedó más que saltar en el jardín de casa. Nuestra colchoneta está muy bien, pero el pasillo le daba para saltar desde seis pasos, en el jardín no podía saltar más de 5,30 ó 5,40 ya que pasar de ahí no es seguro.”

Todas estas dificultades trajeron aparejados ciertos inconvenientes en las primeras competiciones luego del parate. “En junio, cuando llegamos a su primera competición al aire libre, en Oslo, Mondo estaba muy oxidado. Ni siquiera llegaba a hacer su carrera habitual. En Gotemburgo probamos con 20 pasos y no había manera. Tuvimos que retroceder a saltar con 16”, explica su padre. Recién en su cuarta competición, en Mónaco, Duplantis pudo volver a atacar el listón con su carrera habitual y saltar seis metros tanto allí como en Estocolmo, en agosto. El 2 de septiembre, en la Diamond League de Lausana, Suiza, Duplantis tuvo un duelo maravilloso con el estadounidense Sam Kendricks, doble campeón mundial, y realizó una marca de 6,07. En Berlín, con viento en contra, saltó 5,91, la primera vez en las cinco últimas competiciones de esta temporada en que no lograba superar los seis metros. “Eso demuestra que no es algo anecdótico, Nadie, ni Bubka, había saltado tantas veces esa altura en una misma temporada”, declaraba Greg Duplantis, haciendo referencia a que Mondo ha saltado diez veces por arriba de los 6 metros en un año. “Ahí supimos que podía ir por el récord.” Y no se equivocó, ya que días después, en Roma, Duplantis batía el récord al aire libre.

El mundo de la garrocha asistió azorado ante cada marca de Duplantis y así lo han hecho saber. La mejor saltadora de la historia, la rusa Yelena Isinbayeva declaró que “tiene un gran potencial. Espero que siga subiendo el listón. Solo tiene 21 años, es una señal de que puede ser, no diría el nuevo Bubka sino el primer Duplantis.” Su amigo y rival, el francés Renaud Lavillenie dijo que “desde el día en que batí el récord del mundo sabía que llegaría este momento. Cuando vi la progresión que había hecho Mondo en los últimos tres años, sabía que en el momento en que eres capaz de saltar 5,80 con 17 años, lo normal es que algún día batas el récord. Y si vemos lo que hizo en el Europeo de Berlín (oro con 6,05 en 2018), estaba claro que era cuestión de tiempo. Yo ya lo esperaba y creo que es bueno para este deporte tener ahora a otro tipo de atleta batiendo el récord. Mondo, Bubka y yo somos tres tipos de pertiguistas diferentes y es bueno que no haya solo un tipo de atleta capaz de conseguirlo.”

También en la Argentina, Duplantis cosechó elogios. El santafecino Germán Chiaraviglio, finalista en los Juegos de Río 2016 y en el mundial de China 2015, le aseguró a la agencia Télam que “estamos ante la presencia de un fuera de serie. Después de Bolt es lo más sobresaliente que tiene nuestro deporte en los últimos años. Es una de las figuras que está enalteciendo el atletismo. Duplantis ya marcó una era. Los próximos diez años en salto con garrocha son de él. Es imponente. Hay que cuidarlo y disfrutarlo. Ojalá veamos muchos récords mundiales en el futuro porque tiene pasta para pasar los 6,20. Para mí es un orgullo vivir en la época de él y ver que alguien salte de esa manera.”

El ex pertiguista español Javier García Chico, bronce en Barcelona 92, lo analizó en una nota del diario AS donde cuenta que Duplantis ha roto esquemas y destruye con su marca el viejo planteamiento de la escuela rusa, que establecía que se debía batir a 4,5 metros del cajón. “Mete un pie y medio más y se mueve en cuatro metros o así. Lo hace al revés que los rusos, que Bubka, pero no han querido cambiarle. Si le hubiesen obligado a seguir una ortodoxia habría saltado menos. La escuela estadounidense deja que los chicos saquen naturalmente su estilo. Y Duplantis salta diferente, pero mucho más que cualquiera. Ha creado una escuela propia y de manera intuitiva: baja la rodilla derecha más de lo normal, bate más cerca. Tiene mucho feeling con la pértiga, le saca el 100% de la energía. Y al ser tan veloz, genera muchísimo impulso cinético. Es muy difícil ponerle un límite. Puede que no vuelva a mejorar o que salte 6,30. Lo normal sería que llegue al apogeo a los 26 años de edad. Le sobra margen.”

Reconocido por la World Athletics como el mejor deportista del año en su reciente ceremonia, Duplantis avizora un 2021 cargado de desafíos. Toda la temporada de la Diamond League, los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 y los récords que intentará ir superando en todas las reuniones a las que asista. El límite tal vez sea el cielo, porque de hecho ni el mismo Mondo sabe cuál es. Consultado sobre cuáles serían los suyos, afirmó que “No tengo ni idea de dónde están mis límites.” Tal vez la descripción más certera de este prodigio la haya escrito el periodista español Carlos Arribas en el diario El País cuando lo calificó como un Mozart de la pértiga.Duplantis se expresa con saltos que solo se pueden definir como increíbles por su perfección, con ritmo, amplitud, agresividad, convencimiento y equilibrio. Es la consecuencia de su dominio absoluto de la disciplina para la que vino al mundo, para la que está dotado de un talento innato, un don que ni se adquiere ni se aprende, pero sí se perfecciona, y él lo ha hecho con miles de saltos desde que nació (…) Lo que nadie se atreve a imaginar, ni siquiera a apostar por ello, es donde se encuentran los límites de Duplantis, menudo, mozalbete, insolente, genial.”

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