Siguen las dudas

Guido Antonelli
(@gantonelli1996)

El segundo partido de Argentina en la Copa América fue empate 1 a 1 contra Paraguay. Al igual que en el debut, la “Albiceleste” volvió a dejar muchas dudas. 

Entre todos los cambios realizados con respecto a la derrota ante Colombia, las salidas de Agüero y Di María del once titular fueron las más resonantes. Argentina saltó al césped del Mineirao con un 4-4-2 bien marcado, con Paredes y Lo Celso por adentro y Roberto Pereyra y Rodrigo De Paul por afuera. Messi estuvo acompañado en ofensiva por Lautaro Martínez, el reemplazante del Kun. En los primeros 30 minutos manejó la pelota pero no llegó con claridad, siendo justamente un tiro libre de Messi el único remate al arco.

Minutos antes, Paraguay había notado los desacoples defensivos de Argentina y avisó con un derechazo de Derlis González, que se desvió en Tagliafico y terminó en tiro de esquina. A los 36’ llegó el gol de Richard Sánchez. Una corrida por izquierda de Miguel Almirón -figura de la cancha-, que no fue alcanzado ni por Casco ni por Pereyra, y el centro atrás para la llegada (solo) del volante Richard Sánchez, quien la agarró de primera y puso en ventaja a la “Albirroja”. 



Después llegó el descontrol de Argentina. El equipo se desordenó y en una jugada Armani salió lejos a bajar con infracción a Derlis González (todos los jugadores de Paraguay pidieron expulsión para el arquero, pero la amarilla fue correcta). Los dirigidos por Lionel Scaloni deseaban que terminara el primer tiempo para reacomodar las piezas. 

En el entretiempo entró el Kun Agüero por Roberto Pereyra y ahí se vio lo mejor de la selección. Messi bajó unos metros y Lautaro Martínez formó la delantera con el delantero de Manchester City. En la primera conexión entre ellos, llegó la jugada del penal. Agüero asistió a Lautaro quien remató al travesaño, pero los árbitros que estaban a cargo del VAR vieron que se había desviado en la mano de Iván Piris. Nadie se había percatado, pero lo cierto es que Messi cambió el penal por gol. 

Lautaro Martínez después del partido dijo que no tenía inconvenientes físicos (había recibido un rodillazo de Gustavo Gómez en el primer tiempo), pero Scaloni en conferencia de prensa dijo que sí, justificando la salida del ex Racing para que ingresara Di María a los 21 minutos. El volante de PSG entró impreciso y Argentina bajó la intensidad con la que había comenzado el complemento. 

Además, una inexplicable infracción de Otamendi -su nivel está muy lejos del que tuvo en 2018- terminó en penal para Paraguay. Armani atajó el remate de Derlis González y pidió silencio, callando a quienes lo critican cuando se pone el buzo del equipo nacional y en la que, quizás, cambió su suerte en la selección. En Argentina se puede rescatar la actitud de Leandro Paredes, pidiendo la pelota aún en los peores momentos y combatiendo cuando hay que hacerlo. 

Esta selección no evolucionó con respecto a lo hecho en el Mundial de Rusia. Desde el director técnico sin experiencia -y poco autocrítico- que desarma en 20’ lo que había armado en el entretiempo hasta jugadores que sufren este tipo de partidos. Se le puede ganar a Qatar el domingo, pero sigue quedando demostrado que el rival más difícil es el propio seleccionado. Se puede clasificar a cuartos de final, pero este lejos está de ser un equipo que ofrezca garantías.

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