REÍTE, NO PARES DE REÍR

Aunque no jugaba desde 2015, ayer Ronaldo de Assis Moreira, más conocido como Ronaldinho, anunció su retiro del fútbol profesional. La biografía de éxitos aporta que el inigualable Dinho es el único futbolista sobre la faz de la Tierra en haber ganado Copa Libertadores, Champions League, Mundial de fútbol y Balón de Oro. Pero ese curriculum sólo dice una parte. ¿Qué es lo que verdaderamente significó el astro brasileño en el mundo de la redonda?

Ronaldinho es un talento indescifrable y con una capacidad extraordinaria para entender los distintos momentos del juego. La habilidad y los lujos son válidos en sí mismos, pero en un deporte colectivo su aplicación tiene que poseer un sentido, una cierta utilidad. Obviamente que vamos a disfrutar un caño (y vaya sí los disfrutamos), pero más lo disfrutaremos si luego del caño el tipo que lo tiró sigue con la pelota y genera algún efecto favorable para su equipo. El crack brazuca tuvo de ambos aunque muchos más de los segundos. Pero por sobre todas las cosas lo que nos importa de Ronaldinho, el mensaje que nos deja es que es un tipo que se divirtió jugando.
Esa sonrisa cuasi permanente no era una pose. En medio de presiones y tensiones por doquier, el tipo se reía. Y era una forma de decirle al mundo que era feliz haciendo lo que mejor le salía: jugar a la pelota. Y esa felicidad evidentemente fue contagiosa: sus aportes a los equipos en los que jugó sirvieron para una cosecha de logros impresionante. 
Gracias por tanto Ronaldinho! El fútbol te debe muchísimo. 

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