Como dice en su mini-bio de Twitter, Fernando “El Profe” Signorini estuvo más de 10 años junto a Maradona, dio el presente en 4 Mundiales, trabajó con el César (en referencia a Menotti), entrenó a Román y vio jugar a Messi. Ya con ese curriculum sería motivante tener una charla con él. Sin embargo este preparador físico es mucho más que la convivencia con semejantes nombres. Son sus reflexiones sobre el mundo del fútbol, su aguda mirada en relación a algunos fenómenos de la actualidad y una posición política que confronta con los principales postulados del capitalismo los elementos que resaltamos a la hora de pensar esta entrevista. La Pelota Siempre al 10 lo fue a buscar a la esquina de Arcos y La Pampa y acá encontramos el resultado de una conversación que giró por temas diversos y que tiene una conclusión principal: el fútbol es un deporte hermoso, pero tal como está hoy en día hay que cambiar todo de raíz.
¿Qué significa para vos el fútbol?
Para mí es un maravilloso argumento para la formación de los jóvenes. Creo que inclusive cuando se pensó el deporte, se pensó precisamente como un arma cultural importante para la formación. Que después se haya desvirtuado eso ya es otra cosa. Como dice Menotti, cuando la pelota saltó de las canchas a los escritorios, sobre todo a los escritorios de dirigentes que son insensibles a todo el hecho deportivo, que lo único que les importa es la figuración y ganar mucho dinero a costa de los clubes que, en definitiva, como el futbol son construcciones culturales de las clases populares. Yo repito siempre lo mismo: si el futbol no sirve para pasarla bien, si no sirve para ser feliz, no sirve para educar, porque para mí entrenar también es antes que nada educar, sirve para poca cosa.
En vez de mejorar la calidad de vida de sus cultores, sirve para estropearla en todo caso. Esta locura de “ganar como sea”, de que el que no gana no existe, lleva inclusive a cosas que ponen en riesgo la vida de quien lo practica. Inclusive en el futbol, tendría que ser una fiesta popular y sin embargo hay muertos en las canchas, aún de los mismos propios jugadores, ese chico Emanuel Ortega que murió porque se golpeó la cabeza contra un objeto contundente – hace referencia al caso sucedido en mayo de 2015 – en una muerte perfectamente evitable si hubieran funcionado los reglamentos y los que están a cargo de cuidar esos mecanismos realmente lo hicieran con la lealtad y la honestidad que tendrían que tener. Pero no les importa nada.
Pensando en ese análisis que haces, ¿ves un horizonte de mejora de todo aquello que no te gusta en el mundo del fútbol?
En principio creo que no. Si no cambia la sociedad, no va a cambiar el fútbol. El futbol es una actividad que realizan los seres humanos. Es el mismo ser humano que ocupa la sociedad. Si cada uno de nosotros no cambia… Creo que la esperanza está dada invirtiendo la pirámide. Va a ser de abajo para arriba. Porque los de arriba no les interesa, al contrario, cada vez confunden más, cada vez intoxican más el ambiente, cada vez todo es más miserable y despiadado. Y desgraciadamente los que teóricamente están hoy posicionados como referentes lo pueden ser únicamente en un país degradado como éste. Vos fíjate que de Osvaldo Ardizzone, Dante Panzeri, Ulises Barrera hemos pasado a Fantino, el Colorado Liberman, Farinella, Pagani, el Pollo Vignolo. Entonces yo creo que el problema del horizonte es que cuando das un paso se aleja otro paso más, es como la utopía de Galeano. La esperanza siempre queda, pero hasta que no haya una especie de Revolución Cultural esto no va a cambiar.
¿Cómo se hace para salir del “ganar como sea”? La otra vez lo escuchaba a Messi diciendo que su generación iba a dar un paso al costado en caso de no ganar el Mundial. Una presión terrible. Parece que la sociedad y cierto periodismo han inclinado la balanza y hasta generan que el propio Messi se sienta así.
Todas esas frases están impregnadas de una miserabilidad espantosa. El objetivo en todo caso no es ganar sino dar el máximo de uno mismo. Para entender eso tenes que tener otra formación, respetar otros valores, tener un profundo contenido humanista y saber que la competencia es eso: ganar o perder. Pero hay quienes pierden ganando y hay quienes ganan perdiendo. Después depende de cada uno y de lo que vos quieras para tu vida, sobre todo si tenes la capacidad y la valentía de pensar por vos mismo, y no seguir los patrones que imponen estos tipos que son realmente miserables.
Recién mencionaste a Pagani junto a una serie de periodistas mucho más jóvenes que él que hoy expresan esa degradación del oficio que rechazas. ¿Por qué lo ubicas ahí? ¿Qué te resulta Pagani hoy en día?
Yo lo conocí a Horacio cuando era un periodista en serio, cuando él también contribuía a mejorar y a jerarquizar la profesión y el ambiente del fútbol. Hoy en día su modo payasesco, con un altísimo contenido de vulgaridad, hace que yo me siga preguntando para qué el Estado invierte el 6,1% del PBI en educación si después los chicos tienen que escuchar a estos tipos.
Eso es lo que me produce él personalmente. Yo creo que él tiene la capacidad para hacerlo de otra manera, como lo hacía antes, pero se van adaptando a los tiempos y el ansia de seguir siendo protagonista, de tener pantalla, de ser reconocidos, de firmar autógrafos, hace que cedan ante esos parámetros que marca la tele. Después va en cada uno. Yo no quiero hacer mi vida como lo quiere el sistema, yo quiero hacer mi vida como quiero yo. El sistema, este tipo de sistema, a mí me importa muy poco. Cuanto antes desaparezca, mucho mejor.
¿Cuál es el rol de la preparación física en el mundo del fútbol y en el deporte en general? ¿Está sobredimensionada en algunos casos?
Yo creo que hay una distorsión en la manera de entender lo que es la preparación física, para qué sirve y en que deporte sirve. Las disciplinas atléticas no me cabe ninguna duda, un corredor de medio fondo o de fondo o aun un velocista necesita mucho más de la preparación física que del talento. Usain Bolt no tiene demasiado talento, tiene una conformación biológica y biomecánica que le permite ser lo que es, un corredor de fondo o de medio fondo tiene que tener una gran resistencia, pero lo que define a los grandes futbolistas no es precisamente eso, es el talento, esa inteligencia astuta que tiene para resolver los problemas que plantea el juego. Porque como todos los juegos, el futbol es misterioso y lo pueden resolver generalmente los grandes jugadores. Por eso es que hoy, salvo 4 o 5 equipos en el mundo, si no los ves es lo mismo. Es una costumbre mirar futbol, pero a mí me pasa como cuando voy al cine y veo una mala película, la mayoría de los partidos empiezo a verlos y a los 10 minutos cambio y me voy o hago otra cosa directamente.
¿Te aburre mirar el fútbol de hoy en día?
Depende de la sensibilidad de cada uno. Si a vos te gusta el hecho estético en sí, te quedas 10 minutos y te vas. Salvo que juegue Messi que es el único tipo del fútbol de hoy que te obliga a mirar el partido y hasta si se enfría el agua del mate ninguno la va a cambiar porque no se quiere perder detalle. Pero es el único. Como en su momento lo fue Diego, lo fue Ronaldinho, lo fue Zidane, Cruyff, Di Stefano, Pelé, los grandes de la historia. Por todo lo demás yo me ahorro un montón de tiempo. Porque no me gusta, y si no me gusta no lo miro y listo, se acabó.
¿Cómo ves el Mundial?
Yo tengo esperanzas en que hay algunos equipos que van a estar a la altura. Los demás juegan por el negocio. Yo pienso ver a Argentina por Messi fundamentalmente, a Brasil seguro, a Alemania, a España, a Francia y a Bélgica. Los otros creo que no me interesan, no me importan. Esto es como una carrera de Fórmula 1 donde largan 25 coches, pero sabes que 4 van a hacer la carrera, y los demás le sacan 4 o 5 vueltas, siguen corriendo, hacen número, esto es más o menos lo mismo.
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En esta parte de la entrevista hicimos un ping pong sobre una serie de personalidades. Acá están las definiciones de Signorini sobre todos ellos.
PEP GUARDIOLA:
Yo creo que ya se ha erigido en un referente de la historia total del futbol. A mí no me cabe ninguna duda. La orquesta que él armó y que sonó como ninguna en el mundo del fútbol es producto de él. ¿Quién conocía a Iniesta? ¿Quién conocía a Xavi? ¿Quién conocía a Busquets? Messi recién empezaba. Y sin embargo él fue capaz de hacer lo que hizo y de darnos a entender que los equipos no buscan jugar lindo, buscan jugar bien. Después la belleza es el valor agregado que se añade a las cosas bien hechas. Ni Miguel Ángel ni Matisse ni ninguno de los grandes pintores pintaban para pintar lindo. Lo hacían de la mejor manera como en cualquier expresión artística. Lo que pasa es que muchas veces se olvidan o muchos aún desconocen que el futbol está mucho más ligado a lo artístico que a lo científico.
MARCELO BIELSA:
Marcelo tendría que ser sin ningún tipo de duda uno de los guías designados para reencauzar esta profunda crisis en la que está inserto el fútbol. Que Bielsa este en su campo tomando mate, está bien, la debe estar pasando muy bien pero que no pueda tener acceso a ningún lugar de decisión en la AFA y que en la AFA estén Moyano, Chiqui Tapia y Angelici a mí me hace ruido por todas partes. El sería un imprescindible pero como todo aquel que se ha preparado y atenta contra la mediocridad que tanto costo conseguir viene olvidado, ¿no?
CÉSAR LUIS MENOTTI:
La misma categoría de Marcelo. Son tipos que tienen otra capacidad, otra sensibilidad, son tipos también ligados al hecho artístico, de hecho Marcelo le regaló a Cesar producto de su admiración toda la obra de Roberto Arlt. Menotti lo estima fundamentalmente por la valoración de la ética que Marcelo tiene, me parece un tipo fantástico con el que yo me perdería en el medio de la montaña porque podría nutrirme de tantas cosas, que él tiene para dar y sin embargo por qué no tiene Bielsa un programa todas las semanas por lo menos, una hora de Bielsa, una hora de Menotti, a lo mejor una hora de Valdano y una hora de los mejores, una hora de Scola y de Velazco. Imagínate eso comparado a 20 horas de Niembro o 20 horas de estos tipos.
DIEGO MARADONA:
Diego es desde el punto de vista futbolística es casi un milagro. Jugar a los niveles que él ha jugado es imposible de explicar, viste cuando ves un paisaje maravilloso, vas a tu casa, lo queres contar y te quedas con bronca porque por más que digas no alcanza porque tenes que verlo. Esto es lo mismo. Se ha hablado tanto tanto. El, como Lio, como los grandes jugadores, no han nacido para ser explicados, nacieron para ser disfrutados, para gozar de lo que hacen. No hay palabras, y si las hay todavía no las conozco para resumir lo que son. Hay que verlos. Porque eso entra por los ojos. Después las palabras siempre quedan cortas.
LIONEL MESSI:
Son artistas que además tienen que manejar el elemento no con las manos sino con los pies y eso lo hace más misterioso. Como pueden hacer lo que hacen si la pelota la tienen ahí abajo, y al mismo tiempo tienen que mirar la pelota, los rivales que se le acercan, los compañeros que se desmarcan, con viento, con lluvia, con barro, en situaciones de extrema dificultad, que no lo encuentra un basquetbolista, que no lo encuentra un beisbolista, que no lo encuentra prácticamente nadie en el mundo del deporte, ser un extraordinario jugador de futbol es casi un milagro.
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Te dicen que vas a ir a una isla y sólo podés elegir una película, un libro y un disco para llevarte. ¿Cuáles elegís?
Una película que yo siempre veo cada tanto porque me parece hasta admirable el grado de desarrollo del proceso civilizatorio que se demuestra por la manera de actuar, de decir, es “Africa mía” (1985, dirigida por Sydney Pollack).
Un libro que a mí me marcó, me hizo ver la vida de otra manera fue “Por qué no soy cristiano”, de Bertrand Russell. “Las venas abiertas de América Latina”, de Galeano, tendría que ser obligatorio de dar en la escuela primaria, para que los chicos sepan la realidad de la historia.
A mí me gusta mucho el folclore. Yo más que un disco diría una canción. “Canción para un niño en la calle”, de Armando Tejada Gómez me parece fascinante. Otro que tiene que ver con la protesta social es “Por qué grito”, de Guarany. La obra de Atahualpa Yupanqui, el Serrat de la primera época, Luis Llach que es un cantante catalán que rechazo muchas ofertas para cantar en otro idioma, Cesaria Evora que canta como los dioses.
Gracias por compartir!