Por Julián Quintero (@soyjuliquintero)
Este sábado por la tarde, Lisandro López dará su última batalla como jugador de Racing Club, a la espera del retiro o también la posibilidad de continuar jugando. Licha representa al fanático de la Academia en su máxima expresión, por sus resistencia, por su aguante, por su liderazgo: el 15 es el más hincha de los jugadores.
Lisandro llegó al club con 17 años, debutó el 14 de junio de 2003 en un empate 2–2 ante Vélez en Cilindro de Avellaneda, su casa, el lugar donde “quiere jugar para la gente”. El director técnico Emilio Comisso lo hizo ingresar a falta de seis minutos para el final en lugar de Guillermo Rivarola.
Licha se convirtió desde el primer día que pisó la cancha en un referente de los hinchas, supo pelearla cuando tenía que entrenar en pésimas condiciones, con un plantel poco competitivo y con una institución que se caía a pedazos. A pesar de eso, antes de emigrar hacia el Porto de Portugal, fue goleador del Torneo Apertura 2004 con 12 tantos, con un Racing que terminó décimo de 20 equipos y con 23 goles, sí, también había marcado la mitad de los goles del equipo.
Después de su paso por Europa, un día volvió. Aquel pibe de 21 años de Rafael Obligado que dejó la Academia en 2004, retornaba a la institución y con el mismo perfil bajo con el que llegó de Santa Fe, pero ahora para competir en torneos internacionales y pelear campeonatos locales.
Lisandro fue un faro en el camino de Racing, un docente que dejó varias enseñanzas en alumnos universitarios que querían la grandeza, desde el “el que se quiere ir se tiene que ir” a “el domingo tenemos que ser punteros y no soltar más”, que derivó en el campeonato del 2019, de la mano de Eduardo Coudet y compañía.
Licha se transformó en el hincha dentro de la cancha, del vestuario, en sus declaraciones, en el reto a sus compañeros y hasta en el fastidio rápido. Todos los fanáticos de la Academia se sienten representados por el 15, que corre todo, que deja la vida en cada pelota y que metió goles importantísimos, lo que lo convierte en referente y capitán de la institución.
En su llegada, peleó frente a las adversidades institucionales que el propio Racing se puso en el medio, con sus crisis económicas y sus malos planteles, a pesar de eso, Licha resistió y también resiste ahora, pero con la diferencia de que ahora pelea por dejar al club en una copa internacional. Resistió también cuando dijo que tal vez era su último partido en Copa Libertadores y resistió también cuando marcó que las cosas no se estaban haciendo bien.
Por su lucha, su entrega, su forma de vivir el fútbol, pero sobre todas las cosas por sus resistencia, Lisandro López es el más hincha de los jugadores. Hasta pronto, capitán.
