Por La Soriano (@lasorianocasla)
Hoy estamos acá, con estas miles de almas, escribiendo en vivo y en directo la rezonificación para Av la Plata.
Los que vinieron a manifestarse, los que vienen militando la Rezonificación con una esperanza enorme. Todos y todas somos escritores de este capítulo reparador, somos la tinta que ilustra el sueño de la Vuelta, el sueño completo.
Hoy se empieza a escribir la historia ahí adentro: cada Legislador y Legisladora sabe el lugar que va a ocupar en la memoria del pueblo azulgrana.
Pero sobretodo la historia se escribe acá afuera, en la calle, la escribimos con sudor y lágrimas, con 40 años de batallas ganadas en las calles y los recintos. La escribe todo Boedo.
Hoy escribimos la historia de la Vuelta a Boedo completa, con el Estadio en el corazón de Av La Plata. Con la cultura como protagonista del encuentro con los vecinos, con la educación como estandarte, con los espacios verdes para uso y goce de toda la familia. Con un barrio que se llena de color y de vida si vuelve el Estadio. Todo esto es la Vuelta.
Hoy estamos edificando el futuro de nuestros hijos, para que sean felices gritando los goles en Boedo. Lo estamos haciendo sin olvidarnos del pasado. Sin olvidarnos de los ojos vidriosos de nuestros viejos, de los títulos y los carnavales, y también de cuando la Dictadura les arrebató el Gasómetro.
Hoy estamos escribiendo lo que serán los versos más profundos: el Estadio ya no es un sueño, al Estadio lo vamos a construir entre todos y todas.
Porque hoy quienes votan adentro del recinto, no importa de qué bloque sean, y todos los que cantamos hasta rompernos las gargantas acá afuera, todos sabemos muy bien que esto no tiene retorno, que acá nadie se va rendir, que esta incansable lucha termina con la pelota rodando en Av la Plata.
De corazón, les digo que hoy es un día para celebrar con el pueblo azulgrana, pero también para estar alertas, para nos relajarnos, para darnos cuenta que escribir este capítulo conlleva mucha responsabilidad.
Falta poco cuervos y cuervas, ¡vamos que volvemos, carajo!