Hablar de Arsenal de Sarandí lleva necesariamente a referirse al apellido Grondona. Esencialmente a la figura de Don Julio, fundador y primer presidente del club. Un hombre que desde la ferretería del barrio llegó a la «vicepresidencia del mundo», como le gustaba llamar al cargo que llegó a ostentar en la FIFA. ¿Cuánto de la vida y la muerte del señor que lucía el anillo con la frase «todo pasa» está conectado a los éxitos mayúsculos y al reciente ocaso del club de sus amores?
En Julio de 2002, cuarenta y cinco años después de su fundación, el Arse logra subir a la Primera División. Ya había tenido otros ascensos, pero ninguno tan fulgurante como éste: en el 62 sube a la C, en el 86 a la B y en el 92 al Nacional B, donde se mantiene por una década hasta lograr el hito de escalar hasta la máxima categoría.
Cuando se produjo este logro, la idea del «equipo de Grondona» ya era un lugar común en el mundo del fútbol. Se vendrían 16 años donde esa idea cobraría un peso notable, tanto en las buenas como en las malas. Arbitrajes polémicos sería el primer indicador de esa idea. Aunque más allá de eso, lo cierto es que Arsenal, fundamentalmente de la mano de Alfaro y de una lectura acertada en sucesivos refuerzos (que, en cierto punto, constituían la «resaca» de otros clubes, principalmente los grandes), empezó a acomodarse en Primera y a cosechar éxitos. Empezó a jugar copas internacionales y en el 2007 logró levantar la Copa Sudamericana. En aquella competencia eliminó a San Lorenzo y a River y en la final, frente a una insólita multitud en cancha de Racing, derrotó al América de México.
Después vendría la Suruga Bank en 2008 con Garnero como DT – el único título que no dirigió Alfaro – y tras el retornado regreso de Alfaro una nueva etapa ganadora: la transitada entre 2012 y 2013 con las conquistas de un campeonato local, la Supercopa Argentina frente a Boca y la Copa Argentina contra San Lorenzo (Copa en la que también venció a Independiente).
En la Copa Libertadores del 2014 Arsenal logró avanzar hasta cuartos de final pero Nacional de Paraguay – futuro finalista – lo eliminó en esa instancia el 14 de mayo. Dos meses y medio después, el 30 de julio, falleció Julio Grondona.
Como una demostración post mortem del influjo del poderosísimo Don Julio en la vida de los de Sarandí, el Arse sacó el 34,5% de los puntos desde aquel acontecimiento. Ya había salido 17 de 20 en el Final 2014 (más allá de que estaba enfocado en la Copa), terminó 28 de 30 en el largo de 2015, en el puesto 27 de 30 del 2016/2017 – en donde casi desciende pero se salvó tras un gran sprint final – y en éste se encuentra último con Olimpo habiendo ganado sólo 2 partidos. Semejante caída derivó en el descenso del domingo pasado cuando todavía quedan 6 fechas para terminar la Superliga.
¿Volverá pronto el Arse o el declive puede seguir aún más barranca abajo? ¿Los otros Grondona lograrán tener un peso similar al del inefable Don Julio? Se fue a la B Arsenal, un capítulo del fútbol argentino de las últimas décadas comienza a cerrarse.