Por Carlos Bucci (@elcrongasolero)
Siempre celebro la posibilidad de escribir y debatir cuál es el rol de los medios de comunicación en la actualidad, pero como su rol es muy abarcador (economía, deportes, policiales, etc.) me voy a referir específicamente al rol que ocupan en la política argentina que en definitiva es la que influye en nuestra vida.
Sin dudas que están cumpliendo un protagonismo que define nuestro futuro como sociedad, y tengo una mirada muy crítica al respecto. Habitualmente hablamos de la corrupción en la política y de los malos políticos para conducir los destinos del país, pero poco nos referimos a la “corrupción intelectual” de muchos de los comunicadores que están al frente de programas políticos – periodísticos de alta visibilidad.
En este sentido debo hacer un comentario. Creo que no existirían ese tipo de programas y comunicadores que los conduzcan si hubiese una audiencia con profundo espíritu crítico que los combata.
Tampoco puedo dejar de referirme a los que generan los contenidos de los mensajes que luego se distribuyen masivamente a través de esos medios. No creo que los culpables sean esos medios, ya que particularmente los considero una herramienta muy valiosa por la cual se puede llegar a mucha gente en poco tiempo.
Hay un dicho que expresa que se puede engañar mucho tiempo a poca gente o poco tiempo a mucha gente, pero no se puede engañar todo el tiempo a toda la gente. Quizás deberíamos repensar su vigencia porque a mi modo de entender los medios demuestran que si no es con todos, por lo menos se puede engañar durante mucho tiempo a una mayoría importante de gente. Y eso ocurre, está claro, en beneficio de los poderosos.
Hay que ver de qué manera están en manos de unos pocos empresarios la mayor cantidad de medios, o mejor dicho, los únicos medios que dominan a la mayor cantidad de los que están distribuidos en todo el país.
Creo que podríamos encontrar alguna explicación a su rol viendo en la actualidad a muchos periodistas multimillonarios. Seguramente no son la mayoría y eso es una buena noticia, porque estaría indicando que no todos son “comprables” o quizás que no haya plata para todos.
Quizás está última reflexión acerca del rol de los medios en la actualidad pueda traer polémica, pero estoy convencido que las metodologías por la cual el neoliberalismo llega al poder ha cambiado. Antes llegaban a través de los golpes militares, encarcelaban a los opositores través del secuestro e imponían sus políticas de ajuste reprimiendo y torturando a los que se oponían a ellas.
Ahora los golpes son económicos o mejor dicho de mercado, se persigue a los opositores a través de una justicia corrupta y manejada por el poder económico y se tortura a través del escarnio público (o fake news) de los medios de comunicación que son cómplices de esas políticas para disciplinar al resto. Un círculo que se retroalimenta todo el tiempo de los «beneficios» que genera y de esa manera se perpetúa en favor de quienes lo controlan.
