Les Bleus, la otra historia de Francia

Hace unos días termine de ver este excelente documental en Netflix. Como bien señala el título, es un racconto de las últimas dos décadas en Francia a partir de la vinculación – por momentos simbiótica, por momentos absolutamente escasa o plagada de contradicciones – entre ciertos acontecimientos políticos y sociales y el derrotero de «Les Bleus», tal como se conoce a la Selección de fútbol de ese país. 

Si en el 98 Les Bleus se convirtieron en símbolo futbolístico pero a su vez en una especie de modelo de integración (el mito negro-blanco-árabe) y dos años después ratificaron el éxito mundialista en la Eurocopa, el 2002 – previo a una Copa en la que Francia se cayo en primera ronda – encontró a un Le Pen asustando con su llegada al ballotage con un discurso xenófobo y Zidane por primera vez brindaba una opinión política en contra del facho. ¿Saben por qué algunos criticaban a Zizou? Porque no cantaba el himno… 

En el medio a alguien se le ocurrió que sería buena idea armar un amistoso entre Francia y Argelia en 2001 planteado como un partido por la paz (una gran contribución a la misma diría el Chiqui) a varias décadas de la guerra de liberación del país africano, donde los franchutes cometieron innumerable cantidad de violaciones a los derechos humanos legando sus métodos a los milicos de esta parte del continente. Se organizó en el Stade de France y fue copado por una multitud argelina – nacidos en Francia muchos de ellos – que silbo a mansalva La Marsellesa y obligaron a suspender el partido por un ingreso de cientos al verde césped. La integración era sólo un mito y expuso la farsa de una manera contundente. 

Vendrán cambios de técnicos, los incendios en los suburbios de París en 2005, el retiro y el regreso de Zidane a la Selección para terminar con ese cabezazo a Materazzi en la final de 2006, Sarkozy presidente, otra eliminación en primera ronda en 2010, atentados a Charlie Hebdo y cerca del Stade de France, la nueva ilusión con la llegada a la final de la Euro 2016, el escándalo Benzema y mucho más. 

20 años intensisimos de una nación que exhibe fisuras por todas partes. Y el fútbol como un reflejo confuso de una sociedad que convirtió en símbolo a aquel equipo del 98 y que les empezó a exigir, como diría Ruggeri en la publicidad, mucho más que ganar un partido. Con la paradoja de que cuando se dieron los éxitos, no se generó el correlato soñado que, bajo esa simbiosis adquirida, podía imaginarse.

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