Por Pablo Molina (@molina_papo)
Luciano Sánchez, jugador de Argentinos Juniors, sufrió ante Fluminense este martes una de las más duras lesiones en la historia del fútbol. Coincidencia o no, en La Paternal todavía tienen fresco el recuerdo de otro jugador al que una patada le provocó muchísimo daño.
Fue el 19 de Septiembre de 2015. Ezequiel Ham era solo un pibe que apenas estaba asomando desde ese gran semillero que es Argentinos cuando a 15 minutos del cierre del partido Carlos Tévez le fracturó el tobillo derecho. La opinión pública calificó al delantero de Boca de “mala leche” por la fuerza desmedida con la que fue a trabar.
Desde aquel momento desafortunado pasaron un año y ocho meses hasta su regreso a la primera de Argentinos Juniors. Con Gabriel Heinze como director técnico en la Primera B Nacional, ingresó ante Almagro en un empate sin goles.
A pesar de eso el futuro del «Turquito» tuvo rumbo asiático. Un equipo de la segunda división japonesa, FC Gifu, fue el conjunto en donde desembarcó. Luego de un año en el que solo disputó un partido, en 2019 volvió a Argentinos Juniors donde tampoco tuvo oportunidades. El sueño parecía esfumarse, pero él le prometió a sus padres que volvería a tener minutos en la máxima categoría de nuestro fútbol.
Ramón Santamaría de Tandil fue el primer destino elegido para reencauzar su carrera, pero la suerte le era esquiva. Aún así no abandonó el sur de la provincia de Buenos Aires para ir a uno de los grandes del interior, Olimpo de Bahía Blanca.
Allí por fin todo parecía enderezarse y volvió a tener los minutos que el quería, llegando a disputar más de 25 partidos. Hasta que en el transcurso de la fecha 23 del Federal A sucedió lo que nunca más quería que le pase. Ante Camioneros una nueva lesión marginó a Ham de un campo de juego y sería la gran pesadilla de todo futbolista: el ligamento cruzado anterior de su rodilla se rompió.
A 8 años de aquella patada de Tévez, aquel pibe hoy es un jugador clave en uno de los grandes equipos de la zona cuyana, Independiente Rivadavia. La Lepra Mendocina milita en la Primera Nacional y disputa la punta ante Chacarita y Deportivo Maipú en la Zona B, buscando el ascenso a la Primera División.
Ham tuvo una participación importante justamente contra los de San Martín: cuando se enfrentaron en Mendoza fue el autor del gol que les dio la victoria. A sus 29 años sueña con volver a jugar minutos en primera división y cumplir lo que le prometió a sus padres. Soñar no cuesta nada.
