Por Emiliano Rossenblum (@emirossen)
En la ciudad de Glasgow tras 155 años de historia todavía resiste una institución pionera de absolutamente todo. Los inicios del fútbol tal como hoy lo conocemos en Escocia están tan íntimamente ligados al Queen’s Park Football Club que la selección de dicho país le rinde homenaje hasta hoy en día, aunque la mejor época del club haya sido en el siglo XIX.
Allí, al igual que en Inglaterra, desde mucho antes de 1863 (cuando la Football Association publica las consideradas “primeras reglas oficiales del fútbol”) se venían jugando variantes del deporte más universal con muchos puntos en común respecto a lo que vendría después.
Sin embargo, para esa época el rugby había ganado mucho terreno en el país del Old Firm y apenas quedaban reminiscencias de aquel primer leve apogeo. Eso le da aún más valor al hecho de que los fundadores del Queen’s Park fueran en su totalidad escoceses.
El 9 de julio de 1867 se crearía aquel club, el primero de Escocia que jugó al fútbol con reglas muy similares a las de la FA desmarcándose del rugby. Empezaba una nueva era.
Al principio, por obvias razones, no tenían rivales y jugaban entre los miembros del mismo club con objetivos puramente recreativos. Recién tendrían la oportunidad de jugar su primer partido el 1 de agosto de 1868 cuando le ganaron 2 a 0 al Thistle.

La cantidad de encuentros no aumentó mucho en los siguientes años, y sobre que era difícil trasladarse por los bajos presupuestos, las reglas cambiaban entre cada encuentro. En 1870 llegaron a jugar una vez 14 futbolistas contra 18 del Hamilton Gymnasium… y ganaron los 14 del Queen’s Park.
Llegada a la FA
Todo cambió a partir de noviembre de ese mismo año, cuando se unieron a la federación inglesa. A pesar de la distancia geográfica, fue un punto de inflexión desde el cual se acoplaron al 100% a las reglas inglesas y se les permitió competir en la primera FA Cup. Sí, un club escocés en el primer torneo oficial de la historia… que teóricamente era de equipos ingleses.
Luego de tres rondas en las que por diferentes razones no les fue necesario jugar algún partido para pasar (así era todo en aquel caótico principio), las semifinales los enfrentaron contra el Wanderers. Aquel equipo sería durante esa primera década de fútbol organizado el gran dominante junto a Old Etonians y Royal Engineers, capitaneado además por el presidente de la FA -sí, el presidente de la federación que organizaba el torneo también lo jugaba- Charles Alcock.

Fue la primera vez que un club escocés jugó en suelo londinense y causó gran revuelo. Especialmente por el resultado: aquel desconocido equipo que venía desde las Altas Tierras del Reino Unido tuvo un respetable empate 0 a 0 ante un club inglés de gran nivel para la época. Para más inri, lo consiguieron jugando 10 contra 11 por la lesión de un jugador de “The Spiders” -apodo del Queen’s- apenas empezado el primer tiempo.
El problema fue que el resultado requería un partido desempate en el mismo estadio, y las arcas del club habían quedado prácticamente vacías luego del viaje hasta Londres. No tuvieron más opción que renunciar a jugarlo. Si lo hubieran hecho, quién sabe si el primer campeón de FA Cup no hubiera sido escocés…
El éxito de aquel partido motivó al Queen’s a proponerle a Alcock dos partidos entre los mejores jugadores escoceses y los mejores ingleses. Uno se jugaría en Escocia y el desquite en Inglaterra, para una mayor paridad.
El primer partido entre selecciones
A pesar de que hacía tres años se venían jugando partidos entre combinados escoceses e ingleses, siempre eran con escoceses residentes en Inglaterra. Por eso, a pesar de que todavía no existía una federación de fútbol escocesa, el partido del 30 de noviembre de 1872 es considerado el primer partido internacional oficial de la historia reconocido por todas las partes.
El Queen’s no solo se ocupó de organizar, hacerse cargo de gastos y probar jugadores para conformar esa pseudo Selección escocesa, sino que por razones logísticas y a pesar de sus esfuerzos en sentido contrario terminó aportando la totalidad de su once para representar al país.
Así fue como este histórico encuentro enfrentó en la práctica al Queen’s Park contra un conjunto formado por los mejores jugadores de nueve clubes de Inglaterra. El resultado fue otro digno 0-0.

Este partido fue relevante además por otras razones. En primer lugar porque la Selección jugaría con el azul característico del club, aspecto que se mantiene hasta la actualidad en reconocimiento por los esfuerzos del Queen’s Park para el desarrollo del fútbol escocés. Y en segundo porque en esos años de crecimiento aislado de las tendencias inglesas, el club se convirtió en el germen primitivo de un estilo de juego (llamado “passing game”) que terminaría representando a toda Escocia desde 1870. Frente al estilo puramente individualista inglés, los highlanders respondían con intenciones mucho más combinativas que apuntaban a hacerse fuerte desde lo colectivo, una dicotomía que se fue ampliando con los años.
En el partido de vuelta, ya con jugadores escoceses invitados desde otros clubes -ingleses en su mayoría-, cayeron 4-2. Justamente cinco días después de esa derrota, el club convocó a otros clubes para la formación de la Scottish Football Association.
Y así como fue fundador de la federación, también tuvo el honor de ser el primer campeón de la Scottish Cup, primer torneo oficial de la historia de Escocia. En las siguientes dos décadas ganaría 9 copas más, lo cual lo convierte hasta el día de hoy en el tercer club más ganador de la competición por detrás de los dos “gigantes” Celtic y Rangers.

No contentos con eso, al ser simultáneamente miembros de la FA y de la SFA, en 1884 y 1885 fueron finalistas de la FA Cup, aunque perdieron en ambas ocasiones. Desde 1887 se desvincularon de la FA y eso les impidió participar en la primera temporada de liga inglesa. Aún así, eran la mayor expresión de que el passing game tenía más virtudes que defectos. En esa época tuvieron en sus filas a Andrew Watson, el futbolista negro más influyente de la historia.
Ese éxito hizo que desde varios clubes ingleses intentaran convencer a numerosos jugadores de Escocia para que se fueran a jugar al otro lado de la frontera a cambio de dinero. Al principio la FA se opuso, pero terminó dando el brazo a torcer y autorizó el profesionalismo. Indirectamente, sí, pero hubiera sido imposible que eso ocurriera sin el Queen’s como exponente de ese estilo. Rápidamente el fútbol inglés se llenó de escoceses que intentaban enseñar cómo se jugaba en su tierra natal.
Siglos XX y XXI
Lo curioso es que a pesar de ocasionar sin intención el profesionalismo en Inglaterra -posteriormente también llegaría a Escocia- el espíritu del club siempre fue acérrimo defensor del amateurismo. Es esto lo que explica que hoy no tenga el reconocimiento que merece.
Mientras a su alrededor todo se profesionalizaba, el Queen’s siempre se mantuvo firme en ese aspecto. Su lema “Ludere causa ludendi” (“Jugar por el placer de jugar”) así lo expresa. Para cuando llegó el cambio de siglo la brecha respecto de sus pares se había agrandado mucho porque sus jugadores no estaban bajo contrato y eran libres de firmar con otros clubes por dinero.
Lograron aguantar hasta 1948 en la primera división de liga (a la que se unieron en el 1900) sacando algún descenso ocasional, pero luego llegó la inevitable decadencia. Desde 1975 alternaban entre tercera y cuarta división, lo que igualmente era sorprendente para el único equipo amateur a ese nivel en el país.
Finalmente, tras más de 150 años en 2019 decidieron convertir al club en profesional. Desde entonces dos ascensos seguidos los colocaron en la segunda división por primera vez desde 1983, y ya llevan tres temporadas manteniéndose allí.

Asimismo, todo eso vino con un cambio importante. Toda su historia había transcurrido en el Hampden Park, histórico estadio que albergó desde finales de Champions hasta la gran mayoría de partidos de la Selección de Escocia (lo que demuestra hasta qué punto seguían manteniendo una estrecha relación con el equipo nacional pese a estar en tercera o cuarta división).
Hace 6 años eso cambió cuando le vendieron el histórico escenario a la SFA para mudarse al Lesser Hampden, ubicado a escasos metros de Hampden Park. La temporada 2025/26 es la primera que están jugando íntegramente en su nueva casa.
Pese a eso el club parece estar volviendo lentamente a soñar con volver al lugar donde pertenece. Pioneros, insignias de un estilo de juego hoy ya muy lejano (la escuela escocesa del passing game echó más raíces fuera de Escocia que en ella), partícipes del principio del fútbol organizado en Inglaterra y en su propio país, quizás este sea el momento de dejar de mirar tanto hacia atrás. El futuro los espera.
