Rompecabezas

El destino y actualidad de varios miembros de la Selección Argentina despiertan incertidumbre, en vísperas de los compromisos del año que viene.

Por Rocío Gorozo (@RGorozo)

El actual mercado de pases y fichajes internacionales tiene bajo el reflector a unos cuantos futbolistas de la Selección. Nicolás González posee ofertas de Arabia Saudita; Facundo Medina se marchó del Lens hacia el Olympique de Marsella; Ángel Correa ya es el “7” de Tigres de México; Valentín Carboni, recuperado de su lesión de ligamentos cruzados, fue prestado al Genoa; Enzo Barrenechea se encuentra junto a Otamendi en Benfica y Alejandro Garnacho se desespera porque algún club de la Premier League lo considere.

No corre la misma suerte para Dibu Martínez, ambicioso de permanecer en Inglaterra, jugar para un “grande” que le permita conquistar títulos y, a su vez, ser el arquero con más vallas invictas en la historia de la Mayor. Su porvenir en el Aston Villa, tras aquel partido en el cual se retiró en lágrimas, sigue incierto; a pesar de haber sido clave para que el equipo de Emery participara de la última Champions -llegando a cuartos de final-, estaría fuera de los planes del entrenador.

Mientras, las negociaciones con el Manchester United se truncaron (y se rumorea que los Diablos Rojos posaron sus ojos en opciones como Senne Lammens y Donnarumma). Sería interesante verlo codo a codo con Lisandro Martínez, que continúa con su rehabilitación. 

Thiago Almada fue presentado en el Atlético de Madrid. Con Julián Álvarez conforman una dupla prometedora, perfilada para ser fundamental tanto en el XI de la Albiceleste como de los Colchoneros (resta ver si el Cholo Simeone será capaz de potenciarla).

Paralelamente, el Aleti busca desprenderse de Nahuel Molina, quien ha oscilado entre el banco de suplentes y bajos rendimientos; en este sentido, preocupa la situación de los laterales derechos, pues la otra opción (Gonzalo Montiel) es de los puntos flojos de River Plate. ¿Entrará definitivamente Juan Foyth en la ecuación? ¿O habrá oportunidad para Agustín Giay? Recordemos que el ex San Lorenzo, de 21 años, pasó por las juveniles y cuenta con un gran presente en Palmeiras.

El análisis de la cuestión sobre el mediocampo argentino, amén de las alternativas de sobra, tampoco se encuentra exento de inquietudes. Leandro Paredes, cuya bienvenida fue soñada, la rema en dulce de leche y su frustración es foco de todas las cámaras; obviamente su elegancia y jerarquía no alcanzan para levantar a un Boca Juniors paupérrimo, en terapia intensiva y sin torneos internacionales. Entonces, surgen una serie de interrogantes: ¿Con quiénes puede asociarse? ¿Se contagiará de la apatía de sus compañeros? ¿Peligrará su continuidad?

Foto: Boca Juniors – La12Tuittera (Twitter).

Rodrigo De Paul aterrizó en el Inter Miami, para fortalecer su rol como ladero de Lionel Messi y en búsqueda de construir un proyecto de vida junto a su pareja -la cantante Tini Stoessel-; a pesar de que su personalidad encaja a la perfección con la Ciudad Mágica y su llegada puede significar un salto de calidad para Las Garzas, la noticia fue un baldazo de agua fría.

Es cierto que el Mundial de Clubes puso en jaque al “cuco” de la superioridad de Europa, pero dejó en evidencia los intentos forzados de Estados Unidos para apropiarse del fútbol (al cual llama “soccer”) y asemejarlo a la NBA o al Súper Bowl: shows de medio tiempo, estadios con pasto sintético, bombardeo publicitario, largas pausas por hidratación o debido a fenómenos climáticos.

En esa línea, los efectos de la liga norteamericana, apenas conocida y notoriamente inferior a otras, se han constatado en el desempeño de jugadores llegados a clubes argentinos (Matías Rojas, Alan Velasco, Facundo Farías y Sebastián Driussi, el cual tardó 13 partidos en despegar), como así en el hecho de que al Diez, si bien es un animal competitivo, le costó la última Copa América y la reciente eliminatoria vs. Colombia.

A Messi no debemos reclamarle nada; finalmente ganó absolutamente todo lo que anhelaba y ahora está tranquilo con su familia, aunque lamentemos que termine su carrera en ese lugar, por su grandeza y porque sabemos que está para algo mejor. Además, el equipo aprendió a sobrellevar y funcionar ante sus ausencias.

Por supuesto, los más jóvenes desean un lugar en la nómina del 2026 y, por eso, intentan sostenerse o asentarse en el Viejo Continente. Respecto a esto último, los ejemplos más notorios son Franco Mastantuono en el Real Madrid y Equi Fernández si se concreta su pase a la Real Sociedad. 

Los casos en plena vigencia, sin lesiones físicas de envergadura, apenas superando los 30, de destinos imprevisibles, son -como mínimo- llamativos. Quizás, al estar sumamente coronados de gloria, sienten que llegó el momento de distenderse, relajarse o cumplir sueños pendientes.

También, al contar en su historial con roce europeo, puede que sigan en consideración, siempre y cuando rindan dentro de la cancha, a nivel club y en el conjunto nacional. Pero rondan los “war flashbacks” de España en Brasil 2014 y de Mascherano en el Hebei Fortune de China, a meses de Rusia 2018. 

Toda futurología, especialmente en torno al motor y emblema de la Scaloneta -aún sin recambio a la altura- fue explicada el 8 de julio en X por el periodista Manuel Olivari: “Lamentar que un -vigente- campeón del mundo pueda ir a jugar a la MLS por el nivel con el que llegaría a un próximo Mundial habla del insaciable espíritu futbolero y competitivo de nuestro país”.

Nosotros lo sabemos. Los jugadores lo saben. Scaloni lo sabe y, en unas cuantas ocasiones, ha demostrado la capacidad de renovar posiciones. Así, el entrenador tiene enfrente el desafío de mover y reordenar las piezas del rompecabezas, en la antesala de la Finalíssima y la próxima cita mundialista. 

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